Multas al Mad Cool y Download por superar los límites de ruido

Cada año, cuando se acercan los meses de verano, llegan a la capital los macrofestivales, eventos que antes se hacían, en exclusiva, a las afueras de la ciudad

Cada año, cuando se acercan los meses de verano, llegan a la capital los macrofestivales, eventos que antes se hacían, en exclusiva, a las afueras de la ciudad, pero que ya se han instalado en barrios periféricos del centro. Dos de los más conocidos y que más público congregan son el Download y el Mad Cool. El primero, dirigido a los amantes del rock, metal y punk, ha cumplido tres ediciones en la Caja Mágica, en el barrio de San Fermín, en el distrito de Usera. Este año se celebró a lo largo del último fin de semana de junio. La zona residencial de Valdebebas es el escenario del segundo de estos grandes festivales sonoros, el Mad Cool. Se celebra desde 2016 y está dirigido a un público más indie. En esta edición se ha celebrado el segundo fin de semana de julio. ¿Qué tiene los dos en común? Las quejas de los vecinos que se repiten con cada nueva propuesta. A muchos no les ha quedado otra vía que la de acudir al Defensor del Pueblo.

LA RAZÓN ha tenido acceso a la respuesta que ha recibido uno de los vecinos de San Fermín por parte de esta institución. «Llevo años luchando, desde la primera edición del Mad Cool, porque sus horarios me parecen una aberración», explica a este diario. Y no es el único porque, como indica el documento, «conviene indicar que se ha recibido un número considerable de quejas, ya que los ciudadanos muestran su descontento por tener que soportar molestias por ruido a horas intempestivas durante varios días seguidos, una situación que imposibilita el descanso nocturno en sus viviendas ubicadas en suelo residencial».

El Defensor del Pueblo insiste en que la anterior corporación municipal no tomó las medidas necesarias para proteger a los vecinos frente a estos grandes festivales que, como ha sido el caso del Mad Cool este año, se pueden alargar hasta cuatro días y en jornadas laborables. Insiste en que «para futuras ediciones de los macrofestivales, el Ayuntamiento deberá tener en cuenta la reincidencia en el incumplimiento de los horarios y de los niveles autorizados, el establecimiento de medidas adicionales para garantizar una menor afección a los vecinos y una mejor planificación del evento, para poder efectuar una salida progresiva y escalonada sin necesidad de ampliar los horarios». Y es que la música en el evento indie se alarga hasta pasadas las cuatro de la madrugada.

Para elaborar su informe, esta entidad solicitó a la Dirección General de Sostenibilidad y Control Ambiental del Área de Medio Ambiente y Movilidad diferentes informaciones como los horarios de finalización, las características de los emplazamientos o la comprobación de que las condiciones de autorización se habían cumplido. Una vez con estos detalles, la institución ha analizado el comportamiento de cada uno de los festivales de la pasada edición, ya que cuando se pidieron estos documentos aún no se habían celebrado los de 2019.

Incumplimientos

En lo que se refiere al Download y a sus horarios, la carta remitida al vecino incluye los detalles de las actas que levantó la Policía Municipal sobre la superación o no de los niveles de ruido. De las 15 que remitió el Consistorio, siete tienen la calificación de «muy grave» por seguir con la música fuera del horario autorizado –fijado a las dos de la madrugada– o por superar los niveles máximos de ruido establecidos, una octava se consideró «leve» por exceder límites sonoros. Finalmente, estos informes culminaron en una resolución del Director General de Sostenibilidad y Control Ambiental en noviembre de 2018, en la que se sancionaba a Live Nation España, SAU (promotora del evento). Como expone el Defensor del Pueblo, «se impusieron cuatro sanciones de multa por importes de 18.000, 13.600, 19.000 y 12.200 euros, teniendo en cuenta, como circunstancias agravantes, la intensidad de la superación de los niveles sonoros permitidos, así como la reincidencia del responsable del evento, al haber sido sancionado con anterioridad», en 2017, en la anterior edición del Download. La multa total ascendía a 62.800 euros. Aunque los promotores recurrieron la decisión, su recurso se desestimó el pasado mes de marzo. Sin embargo, lo que más llama la atención de los informes remitidos por la anterior agrupación con respecto al Mad Cool es que solo refleja la realización de dos actas por parte de la Policía Municipal a lo largo de tres días de conciertos. «Resulta llamativa esta situación», dice la institución. «Se tendrían que haber realizado mediciones sonométricas todos los días y no sólo el último», añade.

En los únicos dos informes de los agentes, se determina que se superaron los niveles sonoros autorizados y se calificaron de «graves». Por ello, se sancionó a Mad Cool Festival con una multa de 601 euros.

Con todo esto, el Defensor del Pueblo establece que «las autorizaciones municipales dictadas para poder superar los límites sonoros durante la celebración de los eventos musicales Download y Mad Cool 2018 no han sido respetadas por los titulares».

Por ello, esta institución no entiende cómo «el Ayuntamiento ha autorizado su realización con prácticamente los mismos horarios, días de celebración y aforo». Y es que insiste en que «durante estos últimos meses, llama la atención el número de quejas recibidas de ciudadanos del distrito de Hortaleza, alarmados por los ruidos molestos y las conductas incívicas que proliferan durante la celebración de estos eventos musicales o festivales celebrados en el espacio Mad Cool- Recinto Valdebebas».

Por todo ello, el documento refleja la petición de este órgano al nuevo equipo de Gobierno de reducir el impacto de la anterior que ha tenido lugar este año.

La propia Administración, en el escrito que remitió al Defensor del Pueblo, reflejó las deficiencias que plantea. «Esta institución entiende que el interés particular no debe ceder por completo ante el general y que el acto puede y debe realizarse pero sin causar a los vecinos más próximos otras molestias que las absolutamente inevitables», insiste.

Modificar las autorizaciones

Así, «parece razonable que el Ayuntamiento valore o estudie la posibilidad de introducir algunas modificaciones en el procedimiento actual de autorización de estos macroconciertos o, incluso, la redacción del artículo 19 de la a Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica (OPCAT), ya que se da la circunstancia de que, año tras año, no se respetan los niveles de ruido y los horarios autorizados en una resolución municipal».