Política

Crisis en IU

No te vayas

La Razón
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Qué follón tiene Tomás Gómez a cuenta de las primarias en su partido. Cómo le rechinaban los dientes este domingo cuando decía aquello de que la democracia interna fortalece a su organización. Si será mentira, y ya van unas cuantas, que tal y como lo dijo no volvió a dedicar un segundo a este asunto en toda la extensa jornada. Ya se le vio el plumero la semana pasada cuando su afligida portavoz aseveró aquello de que en Madrid no habría primarias abiertas, al contrario que en la organización federal. Fue tal la que le cayó que Gómez, que, como el peor de los líderes que es, desautorizó públicamente y dejó sola a la más leal de su equipo.

Para disimular pasó a decir que estaba de acuerdo con el proceso si éste se hacía según sus reglas, pero obviamente recibió de su partido el mismo ninguneo que en la última Conferencia Política.

Parece que Tomás de ésta no se libra. No cuenta con el apoyo explícito de ningún periodista crítico, ni ilusiona lo más mínimo a la Prensa progresista y sigue desplomando a su organización en encuestas y en afiliados.

En realidad, sus apoyos sólo se encuentran entre algunos atemorizados cargos públicos que le deben el sueldo y que le tienen más miedo que respeto. Por estatutos, ésta es la última oportunidad que le queda antes de irse a casa. Por tanto, no dudará en arremeter contra compañeros de cualquier rango, ni en situarse a la izquierda de la propia IU en su discursos. A ver qué artimaña se le ocurre a su abogado ahora que está imputado porque realmente lo lleva crudo.

Al PP de Madrid no le vienen bien estas primarias. Gómez, siempre abrazado al fracaso, es una garantía de éxito.