Piden 40 años de prisión para la auxiliar de enfermería de Alcalá por dos asesinatos

Beatriz López está acusada de asesinar a dos pacientes del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares en 2015 y 2017 tras inyectarles aire por la vía

La Fiscalía de Madrid pide 40 años de cárcel para Beatriz López, la auxiliar de enfermería del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares que en julio de 2015, “entró en la habitación 532, ocupada por L. M. S, de 92 años, cuya alta hospitalaria estaba prevista para el día siguiente, y con ánimo de causar su muerte de forma inmediata, le inyectó con una jeringuilla gran cantidad de aire”, según relata el escrito de la Fiscalía al que ha tenido acceso LA RAZÓN. “Como consecuencia de ello, la paciente entró en parada cardiorespiratoria, falleciendo a las 09:40 horas del mismo día, a causa de una gran embolia gaseosa”, relata el documento. Las maniobras de reanimación no pudieron salvarla.

Dos años después, en agosto de 2017, como explica la Fiscalía, la acusada “guiada por el mismo ánimo de ocasionarle la muerte”, volvió a inyectarle aire a otra enferma. En esta ocasión, de 86 años, a la que provocó una nueva parada cardiorespiratoria “motivada por una embolia gaseosa masiva, que provocó su fallecimiento”, describe el escrito. Son estos dos hechos los que llevan al Ministerio Público a reclamar veinte años de prisión por cada asesinato e “inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena”.

Asimismo, también exige “la prohibición de desempeñar actividades como auxiliar de clínica en cualquier hospital o centro médico durante un periodo de diez años”. En lo que respecta a las indemnizaciones, tendrá que pagar 72.000 euros los hijos de la primera fallecida y 20.000 a los familiares de la segunda.

El pasado junio, el juez de Instrucción número 4 de Alcalá de Henares procesó a la auxiliar por dos delitos de asesinato y otro en grado de tentativa. Éste último no ha sido contemplado por la Fiscalía. La acusada prestó desde 2004 sus servicios como auxiliar de clínica en el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, perteneciente al servicio público de la Seguridad Social, dependiente de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Sus funciones eran el cuidado y atención de los pacientes ingresados en las habitaciones asignadas al control de enfermería B de la planta 5ª dedicada al servicio de medicina interna.