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«Profesores Echegaray», la nueva generación de docentes universitarios

Educación dará luz verde antes de que acabe el año a una nueva vía de contratación en los campus para atraer a profesionales de prestigio.

«Profesores Echegaray», la nueva generación de docentes universitarios
«Profesores Echegaray», la nueva generación de docentes universitarioslarazon

Educación dará luz verde antes de que acabe el año a una nueva vía de contratación en los campus para atraer a profesionales de prestigio.

El profesorado de las universidades madrileñas envejece y eso se nota en que, en un plazo de diez años, se va a renovar una de cada tres plazas permanentes de profesorado universitario en la Comunidad de Madrid.

Sólao en los próximos dos años habrá 500 vacantes. Esta circunstancia se ha visto como una oportunidad para introducir un nuevo sistema de selección del profesorado para atraer al sistema universitario madrileño a profesionales de prestigio, a talentosos, muchos de los cuales podrían ser profesores españoles que se encuentran en el extranjero y que podrían optar a una plaza fija en los campus públicos.

Se trataría de un sistema más competitivo que posicionaría a Madrid como una región de atracción de talento para que estén los mejores en las aulas. Esos docentes se llamarán «profesores Echegaray», en referencia al nuevo sistema que llevará el nombre del mejor matemático español del siglo XIX, que precisamente era madrileño, y que quiere poner en marcha este mismo curso la Consejería de Educación e Investigación de la Comunidad de Madrid.

«Nuestro sistema de selección del profesorado es bastante rígido y se suele primar la promoción interna porque hay gente muy buena dentro de las universidades. El sistema Echegaray sería otra vía de captación de profesorado de otras comunidades, universidades o países que podrán optar a una plaza permanente con un sistema de elección en el que quien decide quién se lleva la plaza es una comisión de profesores mayoritariamente externa a la universidad.

Las comisiones de selección estarán formadas a partir de un registro de personas que han demostrado una cualificación científico-académica lo suficientemente potente como para merecer estar en ella», explica José Manuel Torralba, director general de Universidades y Enseñanzas Artísticas Superiores.

En Madrid, hay una mayoría de plazas de plazas de catedrático, profesor titular o contratado doctor del sistema público que las ocupan personas de la misma universidad o del propio departamento, «cuando esto no es así en la mayoría de las universidades extranjeras y de prestigio a nivel internacional», dice Torralba.

Ahora, cada universidad regula, a través de sus estatutos, el sistema de acceso y, en la mayoría de las universidades madrileñas, esas comisiones son nombradas por el consejo de gobierno a propuesta de los diferentes departamentos de donde son las plazas. Esas comisiones incorporan personas externas de la universidad a propuesta de los propios departamentos y muchas veces por un sorteo, pero siempre de entre una bolsa que nombra el propio departamento.

«No se trata de poner en duda el sistema de oposiciones que tenemos, sino de ofrecer una herramienta para aquellas universidades que quieran prestigiar este sistema de concursos a través de una manera de elección con más garantías de transparencia e igualdad de acceso», dice el responsable madrileño de Universidades. Mediante esta vía, «muchas plazas para las que antes había uno o dos candidatos quizás se presenten tres o cuatro».

La adhesión de las universidades a este sistema que «trata de promocionar el talento» será voluntaria y, de momento, los rectores han dado un sí a este procedimiento que representa otra vía más de selección.

El programa está incentivado de dos maneras: a través de bolsas de investigación vinculadas a las universidades que saquen plazas mediante este programa y a través de plazas que estén fuera de la oferta pública de empleo de la Universidad.

La Comunidad de Madrid está elaborando ya el decreto que regule el programa Echegaray para que esté vigente antes de que acabe el año.

«La idea es que haya unos contratos programa de investigación con las universidades y a través de ellos poner en marcha el proceso de incentivación. Es una idea que puede revolucionar el procedimiento de concurso en Madrid y la idea es poner introducir un sello de calidad más al sistema universitario madrileño».

El programa estará financiado con dos «bolsas de investigación», una de 50.000 euros/tres años, y otra de 25.000 euros/tres años y además habrá una convocatoria de plazas adicionales a la tasa de reposición de la universidad en la Oferta Pública de Empleo de acuerdo con el «procedimiento Echegaray».

El sistema está inspirado en el programa Serra-Hunter catalán que ha incorporado 500 profesores de primera línea mundial y ha cambiado el perfil de profesorado desde que se puso en marcha. En este caso los tribunales los nombra y gestiona la Generalitat aunque son formados por personal externo. Para acortar plazos y agilizar su funcionamiento, se han creado figuras laborales y acreditación exprés fuera de la agencia evaluadora ANECA. Así, el objetivo es que las plazas las ocupen los mejores candidatos, no necesariamente el que proponga el departamento.

Al margen de estos sistemas, en España se necesita estar acreditado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca) para poder optar a una plaza como profesor universitario. El problema que ha habido estos años es que hay más profesores acreditados que plazas.

Actualmente, en España, la tasa de profesores que logran la acreditación universitaria para ser catedráticos es del 67 % y para docentes titulares del 68 %, unos datos similares a los de antes de 2016, cuando se aprobaron los nuevos requisitos publicados por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca).

Pese a ser más exigentes los requisitos, no han disuadido al número de personas que la solicitan. El nuevo sistema incluye 21 comisiones, en lugar de cinco, y cambia la puntuación por una calificación de letra (entre la A y la E).

Para convertirse en profesor, se requiere presentar más trabajos. Para ser titular, la cantidad de publicaciones científicas aumenta en siete de las 21 áreas. En Clínica Médica, por ejemplo, se solicitan 25 publicaciones, cuatro más que antes.

Para ser un profesor titular, la cantidad de publicaciones científicas aumenta en siete de las 21 áreas. En Clínica Médica, por ejemplo, se solicitan 25 publicaciones en lugar de 21. En Ciencias Sociales, 20 publicaciones y siete artículos en revistas, en lugar del mínimo de ocho artículos planeados hasta ahora.

¿Por qué Echegaray?

El programda recibirá el nombre de Echegaray en honor a al físico y matemático madrilleño del siglo XIX que ya a los 32 años llegó a ser miembro de la Real Academia de las Ciencias. Fue Premio Nobel de Literatura en 1904, dramaturgo, ingeniero, profesor de la Escuela de Caminos. También hizo carrera política. Formó parte del Partido Radical y llegó a ser Ministro de Hacienda y Fomento. Ramón y Cajal creó incluso la Medalla Echegaray