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Protección especial para el Zoo de Madrid

El nuevo Plan Director del zoológico de la Casa de Campo obliga a recuperar los recintos escultóricos diseñados por Javier Carvajal y eliminar los elementos «tematizados» instalados en los últimos años.

Cuando Parques Reunidos emprenda la remodelación del recinto de los elefantes deberán desaparecer los elementos ajenos «de cartón-piedra». Fotos: Cristina Bejarano
Cuando Parques Reunidos emprenda la remodelación del recinto de los elefantes deberán desaparecer los elementos ajenos «de cartón-piedra». Fotos: Cristina Bejaranolarazon

El nuevo Plan Director del zoológico de la Casa de Campo obliga a recuperar los recintos escultóricos diseñados por Javier Carvajal y eliminar los elementos «tematizados» instalados en los últimos años.

Dentro del Bien de Interés Cultural que es la Casa de Campo desde que fue declarado con categoría de Sitio Histórico por la Comunidad de Madrid en 2010 se encuentra una joya arquitectónica y escultórica que, además, es referente mundial en la conservación de algunas especies animales en peligro de extinción. Se trata del Zoo-Aquarium, que diseñó en 1972 el arquitecto Javier Carvajal y cuenta con esculturas de José Luis Sánchez y Josep María Subirach y que ahora el Ayuntamiento de la capital va a proteger de forma especial.

Para ello ha elaborado un Plan Director que recientemente ha sido aprobado por la Comisión Local de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid y que busca poner en valor el carácter escultórico único que tiene el zoológico madrileño en el entorno privilegiado de la Casa de Campo que está, a su vez, protegida como BIC. De hecho, los encargados de realizarlo son los arquitectos Lorenzo Fernández-Ordoñez y Fernando Porras-Isla –que también es co-diseñador del proyecto de reforma de la Plaza de España–.

Este documento, que aún está en fase de tramitación, servirá para «dirigir» las inversiones y modificaciones que los gestores del Zoo-Aquarium –Parques Reunidos–, realicen en las instalaciones a partir de su aprobación definitiva. En este sentido, el Plan Director no supone la realización inmediata de obras de rehabilitación pero sí obliga a que estas se hagan de una determinada manera. También añade recomendaciones o proyecciones de usos futuros, como podría ser el de apertura nocturna del zoológico y que, según detalla el documento al que ha tenido acceso LA RAZÓN, se haría mediante unas luminarias en consonancia con el diseño de barreras y hormigón de Carvajal en los recintos de los animales.

Según explica el arquitecto Porras-Isla, el Plan Director se ha elaborado teniendo en cuenta dos premisas: «Que no se pierda ese carácter especial que le dio Carvajal y acentuar el valor paisajístico y los dos arroyos que cruzan el zoo». Así, existe una parte obligatoria que incluye desde cómo hacer un edificio hasta el diseño de pavimentos y barreras, mientras que, por otro lado, se realizan una serie de recomendaciones como un plan de gestión del arbolado, el agua y los residuos, para modernizar el parque pero que no son vinculantes.

Según las premisas detalladas por Porras-Isla, en la parte de acentuar el valor paisajístico de las instalaciones se incluyen medidas como la de recuperar las riberas de los arroyos que cruzan el zoológico. «Se trata de limpiar las orillas de maleza y fomentar que las especies que allí crezcan correspondan al bosque mediterráneo de ribera», explica el arquitecto. También se incluye en el Plan Director que todas las cubiertas de los nuevos edificios o recintos de animales, incluso si se trata de refugios subterráneos para determinadas especies, cuenten con cubiertas de vegetación que, de hecho, ya se pueden observar en muchos de los pabellones diseñados por Carvajal y que cuentan incluso con árboles sobre los espacios para los animales. Dentro de este mismo apartado se incluiría la prohibición del uso de megafonía para cualquier tipo de música ambiental o reclamo comercial.

En cuanto a la parte de recuperar la esencia escultórica del diseño original del Zoo-Aquarium, el Plan Director establece desde cómo rehabilitar o hacer un nuevo edificio, si es derruido el anterior, hasta las características de las barreras y verjas para contención de los animales, que deben seguir el patrón de barras de acero que creó Carvajal. Es más, se indica hasta la altura máxima que tiene que tener cada recinto en virtud de quien vaya a ocuparlo: 3,60 metros para personas; 8,60 metros para elefantes; 7,60 metros para jirafas y 3,60 metros para el resto de especies animales.

Igualmente, se establece un orden de preferencia a la hora de ejecutar obras en las instalaciones para la mejora de la Escultura de Osos Pardos, la eliminación de las tematizaciones y elementos ajenos del cobijo y recinto de elefantes así como su ampliación, la eliminación de la tematización del patio de verano del cobijo del panda gigante, la recuperación de todos los cobijos diseñados por Carvajal, la vegetación de los recintos en todo el ámbito y el cambio de las barandillas en todo el ámbito.

Elementos «rarísimos»

«Una de las cuestiones fundamentales que incluye el Plan Director es que los elementos tematizados de cartón piedra que se han instalado en algunos recintos en los últimos años vayan desapareciendo progresivamente y se recupere el aspecto original del hormigón», detalla Porras-Isla, que añade que, en algunos casos, los añadidos han sido «rarísimos». Este es el caso de las «columnas egipcias» o los «ídolos sudamericanos» en el recinto de los elefantes asiáticos, que proceden de India y Sumatra.

Curiosamente, entre los elementos que el Plan Director considera necesarios de rehabilitación no se incluye el verdín ni la vegetación que, con el paso del tiempo, ha conquistado las estructuras de Carvajal. De hecho, sí se autoriza la instalación de pantallas visuales, para fortalecer la observación de los animales, mediante mallas cubiertas con plantas trepadoras o arbustivas, «preferentemente especies autóctonas o presentes en la Casa de Campo».

Asimismo, puesto que el Plan Director añade nuevas exigencias a los concesionarios del recinto a la hora de realizar reformas, se ha tenido en cuenta las necesidades que tendrá, por ejemplo, que los nuevos recintos tengan unas medidas y altura determinadas. Es por ello que se incluye una ampliación de la edificabilidad del Zoo-Aquarium de un 9,40% más, lo que equivaldría a unos 2.000 metros cuadrados más de Edificabilidad Máxima Permitida, llegando a los 21.280 metros cuadrados para los edificios y 6.387,20 metros cuadrados para elementos. Eso sí, no se permite modificar la proporción actual de casetas o pabellones (48%) frente a pérgolas, paisajes, toldos o cualesquiera otros elementos de sombra (52%).