Música
Psicodelia y otras flores extrañas
Rufus T. Firefly cierran su año más exitoso, el de «Magnolia» y «Loto»
Rufus T. Firefly cierran su año más exitoso, el de «Magnolia» y «Loto»
Ni ellos mismos se lo esperaban: «No sabemos por qué suceden las cosas, pero es la magia de la música: no se puede lograr nada premeditadamente. Quiero pensar que algo habremos hecho bien, pero siempre hemos mantenido la misma filosofía y siempre hemos trabajado de la misma manera, así que tampoco vemos necesariamente la diferencia, pero estamos muy agradecidos por la respuesta de la gente», dice Víctor Cabezuelo, miembro de una de las bandas revelación de la temporada, Rufus T. Firefly. Con dos discos en dos años, «Magnolia» y «Loto», que casi forman el concepto de un álbum doble, los madrileños se han ganado los parabienes de la crítica y del público. Cierran hoy esta etapa triunfal en La Riviera.
«Nosotros solo nos preocupamos por mantener la calidad», dice Cabezuelo para resumir lo que en realidad es un perfeccionismo obsesivo. «Son dos discos grabados de forma rudimentaria, en poco tiempo y sin poder invertir mucho dinero. Pero tenemos que buscarnos las mañas para hacer perfecionismo ''low cost'', y tratamos de darle una vuelta de tuerca al sonido. Apartamos lo obvio y buscamos otro camino. Pero más que obsesión es diversión. Nos apasiona y nos emociona y por eso nos pasamos 11 horas en un ordenador y no nos damos cuenta». Pese a la mención del ordenador, el sonido de sus trabajos da más impresión de analógico: «Sí, lo basamos en el color del analógico, de la psicodelia de los 60 y los 70. Así que tomamos lo mejor de cada uno de los mundos», dice Cabezuelo.
La psicodelia, tan de moda, en su caso no es un corsé, sino una inspiración. «No la entendemos como un estilo musical, sino como una manera libre de enfrentarnos a la composición y dejarnos llevar por los sonidos. Creo que hay psicodelia en el jazz, el rock o la electrónica y para mí se trata más de una manera de afrontar las canciones más que como estilo. Siempre vamos a hacer música basada en esos parámetros, aunque puede que no sean sonidos tan sesenteros o setenteros», explica el guitarrista y productor. «Yo la definiría como sensación de libertad hacia adentro, es decir, como intentar escucharte, olvidar lo que está alrededor. Dejas que eso te lleve a los sitios. De ahí salen los acordes y las melodías, que son la clave. Por mucho que la produzcas, si no hay una canción debajo... No va a funcionar». Mientras «Magnolia» fue un disco «demasiado redondo», «Loto» surgió de un impulso más imperfecto. «Está dedicado al arte, la naturaleza y el amor. Estamos cansados de las cosas horribles que pasan y del daño que le causamos a la naturaleza, pero en vez de decir que todo es una mierda, destacamos lo bueno», dice Cabezuelo, que asegura que ya «no habrá más plantas. Cerramos esta etapa».
FICHA:
l Cuándo: hoy, desde las 19:30 horas.
l Dónde: Sala La Riviera. Paseo de la Virgen del Puerto s/n.
l Precio: 16 euros.
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