Pueblo pobre, luces de ricos

Que la crisis ha llegado a todos los ámbitos de la economía no es una novedad. Tampoco lo es que la Navidad se vive de un modo diferente por la falta de dinero en el bolsillo. Esta encrucijada ha llevado a muchas administraciones municipales a suprimir el gasto que conllevan las luces navideñas. Sin embargo, la Asociación Nacional de Iluminadores Artísticos (ANIA) puso tierra de por medio y promovió la campaña «1 Me Gusta 1 LED» a través de Facebook para que un pueblo que estuviese en esta situación pudiera disfrutar de una iluminación de calidad. «Queríamos promocionar los beneficios de la tecnología LED y para ello escogimos a tres o cuatro municipios que no podían costear las luces. Se hizo una votación mediante los "Me Gusta"de Facebbok y ganó Casarrubuelos», explicó Sira López, portavoz de la Asociación.

Esta localidad sureña, con 3.224 habitantes, es la más pequeña de la Comunidad y tiene una deuda de 9 millones de euros, pero dispondrá de una de las mejores decoraciones navideñas: 200.000 lámparas micro-LED, 100 figuras, 20 guirnaldas de luz y 2.000 watios de consumo. Pero la campaña se no queda ahí. El objetivo consiste en concienciar de los beneficios que aporta esta tecnología. «La iluminación de la Navidad aporta una riqueza más que evidente. Consigue que se mantengan puestos de trabajo. Si no hay presupuesto, habrá empresas de electricistas, de fabricación, de mantenimiento y de instaladores que tendrán que cerrar o despedir a trabajadores. En cambio, con esta labor se podrá contratar temporalmente a quien sea necesario», aseguró López. Según la ANIA, la iluminación artística genera alrededor de 5.000 empleos al año en Madrid.

Según el Ayuntamiento de Madrid, las luces navideñas son la iniciativa más conocida por los ciudadanos: un 95% conoce su presencia y un 77,3% las disfruta. Este dato afianza la siguiente afirmación de López: la iluminación favorece el consumo. «Casarrubuelos recibirá la visita de los habitantes de los pueblos aledaños, porque saben que las instalaciones serán espectaculares. Siempre, al ir, te acabas tomando cualquier cosa o compras algo. Son los comercios los primeros interesados en la iluminación».

Por otro lado, los beneficios que aportan los LED abarcan más apectos. Para empezar, el consumo de este tipo de luces es un 90% menor a la de una bombilla convencional y generan unas emisiones de CO2 muy inferiores. Además, estudios que maneja AINA ilustran a cerca de su influencia en nuestra salud, ya que, según estos datos, está demostrado que inciden en los neurotransmisores cerebrales llegando a modificar la tensión, el humor, el comportamiento y hasta el rendimiento laboral. Es posible que, agarrando este argumento, sea posible explicar por qué las luces navideñas activan las emociones y evocan recuerdos de la infancia.

CREAN TRABAJO Y MÁS CONSUMO

«No contemplábamos la posibilidad de poner luces», afirma David Rodríguez, el alcalde de Casarrubuelos. Rodríguez sabe el impacto que pueden tener en la economía local. «Una correcta iluminación fomenta el consumo». «Esta iluminación no consume nada. Un árbol decorado consume lo mismo que una televisión de 14 pulgadas y el consumo total durante los 22 días que estarán las luces, costará 300 euros». El alcalde concluyó que «a veces pensamos que hay servicios prescindibles y no lo son, mantienen puestos de trabajo y crean riqueza. Hay que saber que detrás hay familias».