Cine

Madrid

Reabre (sin chinches) el Doré

Tras cuatro meses cerrado, una empresa especializada ha exterminado la plaga que tomó la sala 1 de la filmoteca y obligó a su cierre en septiembre

Sala 1 del Cine Doré de Madrid
Sala 1 del Cine Doré de Madridlarazon

Tras cuatro meses cerrado, una empresa especializada ha exterminado la plaga que tomó la sala 1 de la filmoteca y obligó a su cierre en septiembre

El Cine Doré, uno de los más antiguos (1923) y característicos de Madrid, situado en la barriada de Lavapiés, reabre sus puertas al completo. Hace más de cuatro meses, su sala principal, la 1, sufrió la invasión de un ser vivo diminuto, que provocó el pánico entre sus espectadores: el «Cimex lectularius», conocido comúnmente como chinche había tomado las butacas del cine. La sala de proyecciones afectada ha permanecido cerrada desde septiembre. Fue ayer cuando, finalmente, se volvió a abrir con normalidad al público tras haberse erradicado el problema. El origen de la plaga es desconocido, y el abanico de posibilidades sobre su procedencia, amplio, así lo explicó ayer a LA RAZÓN el gerente de la filmoteca, Antonio Santamaría: «Con un público que ronda las 500 personas diarias, es muy difícil saber la causa con exactitud», manifestó. A esto se une la fácil reproducción del insecto y la amplitud de lugares en los que aparece.

Se sabe que no es el primer caso de chinches que se da en Lavapiés. Hace un año la plataforma de vecinos del barrio alertó sobre la presencia de chinches en once edificios de la zona, los cuales provenían de la basura acumulada en varios pisos okupas. Entonces los perjudicados fumigaron sus viviendas, pero para asegurar la limpieza del cine el procedimiento fue más complejo. Después de varios intentos fallidos de desinfección, para exterminar la plaga de estos insectos el cine contrató una compañía especializada, la cual empleó «un tratamiento de calor a más de 60 grados inocuo con el medio ambiente», explica Santamaría. Además, se tomaron medidas adicionales, como la creación de taquillas para que los usuarios dejen sus pertenencias en la entrada y reducir así los riesgos por tránsito de objetos y el cambio completo de las butacas. De esta forma, se ha acabado con los chinches «cinéfilos», que se habían apoderado de una de las tres salas que ofrece el Cine Doré, el cual puede, de nuevo, ofertar sus servicios al completo con el encanto que lo caracteriza, un «salón» de estilo modernista semejante a los cinematógrafos de principios del siglo XX.