Arqueología

Restos de una casa romana entre trincheras de la Guerra Civil en la Casa de Campo de Madrid

Los vestigios arqueológicos localizados pertenecen a un asentamiento romano del siglo II d. C.

El arqueólogo Manuel Silvestre detalla al delegado del Área, Borja Carabante, los restos encontrados
El arqueólogo Manuel Silvestre detalla al delegado del Área, Borja Carabante, los restos encontradoslarazon

En plena Casa de Campo de Madrid, junto a trincheras de la Guerra Civil, técnicos del Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, han localizado los restos de un asentamiento romano del siglo II.

En plena Casa de Campo de Madrid, junto a trincheras de la Guerra Civil, técnicos del Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, han localizado los restos arqueológicos de un asentamiento romano del siglo II.

De entre estos vestigios encontrados, destacan los restos de un suelo de cal y cantos, que indican la presencia de lo que podría ser una casa, a la vez que se ha documentado zonas con restos de cenizas. Estos hallazgos han sido localizados entre las vías del Metro (la Línea 10, a la altura de la estación de Lago) y el arroyo Meaques.

Según detalló el codirector de la excavación, el arqueólogo Manuel Silvestre, estos restos hallados se corresponden con los que en su día registró José Pérez de Barradas, en una excavación que llevó a cabo en 1933, de la que se guardaba memoria. En su día, Barradas llegó a documentar una "piscinas", lo que según detalla Silvestre, podrían ser restos de aljibes. Éstos no han aparecido, aunque sí múltiples trozos de cerámica "terra sigillata", una fíbula o hebilla y una moneda, lo que ha permitido datar el asentamiento en el siglo II d.C. Igualmente se han registrado restos metálicos, que pordrían pertenecer a época romana o a la Guerra Civil, que han quedado registrados para un estudio posterior si procede. En lo referente a la época del conflicto, también se han localizado balas y otros vestigios de la época.

Pérez de Barradas ya documentó por aquél entonces huesos de animales, cerámica y teselas de mosaico. Pero tras las prospecciones, tanto las de 2017 como las actuales, tan solo se han podido localizar las improntas de los trabajos de Barradas, así como una gran mancha de cenizas igualmente registrada por él, en la que se han encontrado los restos de artefactos recientes.

El delegado del Área, Borja Carabante, ha visitado esta mañana la zona arqueológica, acompañado del director general de Gestión de Aguas y Zonas Verdes, Francisco Muñoz, así como del consejero del ramo, Santiago Soria. Carabanate ha querido destacar la importancia que tienen para Madrid: "Este hallazgo es de un gran un valor histórico y científico para el estudio de la historia de la ciudad de Madrid". Por su parte Soria ha comentado que estos restos no se pueden musealizar, por lo que se van a tapar con geotexitil y se georeferencia "absolutamente todo".

Tras concluir esta etapa arqueológica, será la Comunidad de Madrid la que determine, tras estudiar los informes arqueológicos, si se hace una excavación en área, de mayor amplitud.

A este respecto, tanto Borja Carabante como Santiago Soria han puesto en valor que este yacimiento conecta la historia de Madrid directamente con el mundo romano -Trajano, de origen hispano, fue uno de los emperadores de este siglo II d.C.-, dando un salto desde la fecha de fundación de la ciudad de Madrid por Mohamed I en el siglo IX d.C., todo a expensas de los resultados finales, ya que aún se está realizando la actuación arqueológica.

El codirector de las excavaciones arqueológicas, Manuel Silvestre, preguntado ante las expectativas de lo que éstos hallazgos podrían deparar, dijo que aún es pronto para saber a que tipo de asentamiento pertenecen, una casa de labor o una villa, por ejemplo, y la importancia de la misma en cuanto a la extensión del yacimiento, en cuanto a si podría haber más casas en la zona o determinar un número de habitantes.