Sanidad quiere reducir a 30 días la espera para una cirugía

Vuelve al sistema nacional para contabilizar la demora real, que es de 42,8 días de media

La Comunidad de Madrid ha vuelto al cómputo nacional de las listas de espera quirúrgica después de más de diez años con un modelo propio que arrojaba resultados más halagüeños que los reales. Hasta ahora, los pacientes entraban en la lista una vez que el anestesista les había pasado consulta para el preoperatorio, con penalizaciones si se negaban a acudir a un hospital privado concertado para agilizar la cita. Así, la espera quirúrgica estaba en torno a un mes, por encima del resto de comunidades autónomas que utilizaban el modelo marcado por el Ministerio de Sanidad, hasta el punto de que se sacó a Madrid del cómputo común en 2005.

En el cómputo nacional, el paciente entra en la lista de espera en el momento en que su médico le prescribe la cirugía, y, como era previsible, en la Comunidad ha aumentado tanto el número de pacientes como el tiempo de espera para la operación. Además, ahora también se cuenta el tiempo en días naturales, en lugar de en días hábiles. Así, actualmente la lista de espera quirúrgica cuenta con 79.444 pacientes registrados que esperan una media de 42,82 días para su operación, según explicó ayer el consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, que explicó que de este total, 37.862 –el 17,66%–, integran la Lista de Espera Estructural, que es el grupo que se usa como referencia para comparar con el conjunto del país y entre Comunidades Autónomas. La espera media de esta lista en Madrid es de 42,82 días.

Al respecto, Sánchez Martos precisó que la espera media real para operarse es de 40 días. Según los datos del Servicio Madrileño de Salud (Sermas), más del 45,8% de los pacientes de la lista de espera estructural espera un mes para la intervención, mientras que el 34,34% lo hace entre 30 y 60 días; el 10,65% espera entre 60 y 90 días, el 7,59% lo hace entre 90 y 80 días, y el 1,61% espera más de 180 días para operarse, lo que supone una media real de 40,24 días de espera. En caso de rechazar la derivación a un centro privado, la demora media es de 194,99 días

Menos derivaciones

El consejero también detalló que los 36.768 pacientes restantes –el 42,5%– del total corresponden a los que están en espera de la operación por rechazo a la derivación a un centro privado, mientras que 7.814 personas son pacientes temporalmente no programables por razones clínicas. Sobre la penalización que hasta ahora sufrían los enfermos que decidían no operarse en un centro que no fuese público –la Consejería tiene convenios con hospitales privados para acelerar la espera de las listas–, Sánchez Martos anunció que se elimina completamente. A ello han contribuido los pactos de gestión firmados con los servicios médicos de hospitales para abrir los quirófanos por la tarde y que ya alcanzan al 90% de los centros de la red pública de gestión directa. De este modo, del total de 23.180 operaciones realizadas en el último mes, un 96,9% de los pacientes han sido intervenidos quirúrgicamente en centros públicos, frente a un 3,1% en centros concertados. Asimismo, se realizan pruebas diagnósticas en tarde y fin de semana.

Pese a esta mejoras, Sánchez Martos aseguró que «hemos hecho autocrítica» e insistió en que trabajan para reducir los tiempos de espera utilizando «adecuadamente» y de forma «racional» los recursos del Sermas. Se han comprometido a reducir a aproximadamente 30 días y que ninguna especialidad tenga una demora de más de 180 días. Además, anunció que el Gobierno regional presentará en breve un Plan de Mejora de la Lista de Espera Quirúrgica para el periodo 2016-2016, para seguir mejorando los tiempos de demora en las operaciones. «Éstas son las cifras reales de espera quirúrgica con las que se cumple el compromiso de transparencia que fijó la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes y lo acordado en la Asamblea –se aprobó una propuesta no de ley para que Madrid volviese al cómputo nacional de las listas de espera–», señaló el consejero de Sanidad.

«Quiten los carteles»

El consejero de Sanidad, Jesús Sánchez Martos, reclamó ayer la retirada de los carteles que, en los hospitales, animan a los pacientes a no aceptar derivaciones propuestas a centros privados, pues hacen «daño» al sistema con una publicidad «poco ética», ya que la derivación también puede ser a otro hospital público. Es por ello que también van a mejorar la comunicación a la hora de proponer las derivaciones para que los pacientes conozcan bien los motivos y cómo se hará.