Sociedad
Sin denuncias en los puntos violetas
El Ayuntamiento asegura que estos espacios están teniendo un «efecto disuasorio»
El Ayuntamiento asegura que estos espacios están teniendo un «efecto disuasorio»
La Asamblea Feminista de Arganzuela tiene dos meses de vida, pero brotó de un campo abonado con el apoyo de miles de mujeres que el pasado 8 de mayo salieron a las calles para hacerse con Madrid y las portadas de todos los periódicos, de España y del mundo. Es por eso que, pese a su «juventud», tiene la capacidad suficiente para autogestionar su propio Punto Violeta en la explanada multiusos de Madrid Río. Porque este San Isidro la fiebre del 8M ha multiplicado las chinchetas que marcan en el mapa de Madrid los «espacios seguros para las mujeres».
El año pasado el Ayuntamiento anunció por primera vez esta iniciativa con dos puntos oficiales, sin embargo, con las dimensiones que está alcanzando la marea violeta en la capital y el consiguiente crisol de asociaciones y organizaciones feministas, el consistorio ha dado autonomía a estos organismos para establecer sus propios puntos de atención con carácter voluntario: «El Ayuntamiento nos cede el espacio y facilita el material, pero nosotras llevamos el Punto con independencia», explica María, una de las mujeres que en el histórico 8M estuvo al frente de la multitudinaria movilización feminista y que durante estas fiestas se ha prestado para custodiar el Punto Violeta situado a la altura del número 6 del Paseo de la Chopera.
Con la música en directo de fondo de los conciertos que se celebran estos días en la explanada de Madrid Río y entre casetas cargadas de cerveza frío y comida para la supervivencia de los más trasnochadores, ellas, las mujeres de Arganzuela organizadas, asisten a las que necesitan asesoramiento ante cualquier tipo de violencia sexual. Aunque por el momento, y para felicitación del movimiento, «sólo se han acercado interesadas por recibir información sobre el cometido del espacio y la causa en sí», explica la vecina de Arganzuela.
Un dato que se confirma desde el Área de Igualdad del Ayuntamiento: «La gente se acerca a estos puntos, fundamentalmente, a preguntar», explican fuentes directas del consistorio. Así pues, no se tiene constancia de ninguna agresión ni de ningún otro tipo de acto de violencia sexual durante estos primeros días de Feria de San Isidro, o al menos, ninguna se ha notificado en los puntos violetas: «En estos casos imaginamos que las víctimas seguirán recurriendo a llamar a la Policía», dicen desde el área en cuestión.
Así las cosas y no teniendo que lamentar ninguna agresión machista durante las dos primeras noches de fiestas, las protagonistas de la iniciativa celebran los datos y la efectividad de la idea: «La función principal del Punto Violeta es la de sensibilizar a la sociedad del problema y, por extensión, la de disuadir a los posibles agresores», argumentan desde el Ayuntamiento. En la misma línea, María asegura que sólo su presencia en el recinto ya tiene un efecto en la juventud que acude a divertirse a la zona, creando conciencia y despertando la curiosidad también de los hombres: «De momento vienen siempre en grupo, pero ya es un paso», concluye.
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