Infraestructuras

Sin presupuesto para la plaza Zerolo, una reforma que se estanca

Tras el freno al proyecto de Ahora Madrid, el Gobierno de Almeida tiene que buscar una nueva partida.

El proyecto de reforma de este espacio de Chueca podrá alargarse hasta dos años. Foto: ALBERTO R. ROLDÁN
El proyecto de reforma de este espacio de Chueca podrá alargarse hasta dos años. Foto: ALBERTO R. ROLDÁNlarazon

Tras el freno al proyecto de Ahora Madrid, el Gobierno de Almeida tiene que buscar una nueva partida.

La reforma de la principal plaza del barrio de Chueca sigue sin concretarse. Una de las primeras medidas que tomó el gobierno de José Luis Martínez-Almeida en julio, poco después de alzarse con la alcaldía, fue paralizar el proyecto de reforma de la plaza Pedro Zerolo que no contaba con el apoyo de los vecinos del barrio. La Asociación de Vecinos de Chueca denunciaron en numerosas ocasiones que el proyecto ideado por el equipo de Ahora Madrid no había contado con las propuestas de los residentes de la zona y que el proyecto que había sido aprobado no incorporaba ninguna de sus demandas.

Así, desde el Ayuntamiento se han reunido en varias ocasiones con los vecinos para conocer cuáles son sus demandas, pero el proyecto no termina de concretarse. El problema, como ha podido saber LA RAZÓN, es que hasta el próximo año no podrá cerrarse una nueva propuesta porque se tiene que incluir una nueva partida presupuestaria para desarrollar la propuesta, ya que al haber anulado el concurso de partida (que provenía de fondos sostenibles) no se puede reinvertir ese dinero. El presupuesto para el proyecto de remodelación de este espacio propuesto por el Ejecutivo de Carmena era de casi 3,3 millones de euros. Por todo esto, no es previsible que esta reforma se pueda realizar antes de dos años porque al tener que volver a presupuestarlo, en 2020 se desarrollaría el proyecto y en el siguiente se ejecutaría.

La paralización se pudo realizar porque la obra aún no había sido adjudicada y, por tanto, el Consistorio no se vio obligado a tener que afrontar una indemnización.

Entre las razones por las que los vecinos rechazaban la idea del anterior Gobierno destacaban las cinco praderas de césped que estaban planificadas y que, de acuerdo con la asociación, «son muy costosas de mantener para el clima de Madrid». Aseguraron que colocar estas zonas verdes «resultaban altamente propicias para la concentración de botellones y actividades ruidosas», en una plaza que el propio Ayuntamiento clasifica como de “Alta Contaminación Acústica”. Otro de los cambios que incorporaba el proyecto era eliminar la fuente central para sustituirla por «un monolito con agua en cascada y luces LED que no resulta útil para los vecinos mayores», insistían. A esto se añadía que, de acuerdo con el proyecto ahora anulado, la superficie de uso infantil también se reducía un 75 por ciento.