Consumo

«Sólo un chupito de nuestra leche es una gran fuente de energía»

La yeguada de Soto del Real es pionera en comerciar este alimento

Alicia Pardo, en la imagen en sus cuadras de Soto del Real, ha puesto en marcha un negocio pionero con la leche de sus yeguas
Alicia Pardo, en la imagen en sus cuadras de Soto del Real, ha puesto en marcha un negocio pionero con la leche de sus yeguaslarazon

La yeguada de Soto del Real es pionera en comerciar este alimento

Inspirada en la medicina tradicional china, en estudios clínicos alemanes, así como en la propia historia, pues ya en el Antiguo Egipto, la misma Cleopatra se daba baños en leche de burra, la idea de Alicia Pardo surgió tras conocer las numerosas propiedades de la leche de yegua, la más parecida a la materna humana, asegura, y que entre otras cualidades refuerza el sistema inmunitario, contiene omega 3 y 6, vitaminas gupo B y es un probiótico. Unos beneficios que son bien conocidos en otros países del mundo y sobre los que, sin embargo, en España se sabe muy poco, reconoce su productora en Madrid. La emprendedora de Soto del Real es la pionera que lo ha dado a conocer y que, con una apuesta valiente, pues como ella misma reconoce «los comienzos son difíciles», ha decidido reinventar el mercado del sector agroalimentario mediante la implantación de procedimientos novedosos y la interacción con otros sectores colaboradores. Por eso se ha merecido este reconocimiento europeo, porque ha sabido con «ilusión» y empeño, afrontar cada uno de los problemas que impedían la «pasión» de su vida. «Muchas veces nos paralizamos ante los obstáculos, en mi familia nos hemos vuelto expertos en solucionarlos», mantiene con una sonrisa.

Dueña de 19 yeguas –con 16 partos a la vista–, Pardo preserva especies autóctonas de la zona reconocida como Reserva de la Biosfera por la UNESCO y desempeña una labor sostenible y ecológica, pues estos animales ecuestres se encuentran en semilibertad y se alimentan de pastos naturales, avena, alfalfa en grano y suplementos de paja. Además, la extracción de leche de las yeguas «no interfiere en la cría de sus potros», destaca la madrileña y explica que «de los 20 litros que generan al día, sólo utilizamos uno y medio» y apunta «lo mismo con el calostro, tras dar a luz, el primer día es para la cría y el segundo ordeñamos medio litro».

Yogur y cosmética madrileña

El ordeño es uno de los puntos estrella de EcoLactis, al ser estacional dado que las yeguas poseen leche únicamente durante el periodo de lactancia y el tamaño de sus ubres es pequeño, la leche es liofilizada, proceso que deshidrata en vacío el alimento por congelación ya que «a altas temperaturas éste perdería sus propiedades», con lo que resulta una leche en polvo que contiene todos sus nutrientes originales y que se puede conservar en el mejor estado ya sea para consumir en cápsulas o mezclada con un líquido. Esta leche proporciona una gran energía, «en un chupito» reside la cantidad de ingesta necesaria diaria. También proviene de un animal equino y no de un rumiante, por lo que, al tener éstos un único estómago, «sus cadenas de nutrientes son más cortas» y la leche que de ellos se obtiene pueden ser mejor digerida.

Al ser preguntada por lo que supone para ella este premio, la empresaria de EcoLactis se manifiesta emocionada y orgullosa, pues «a veces no se conoce la importancia del sector agrario en Europa». Así mismo, tiene pensado para un futuro cercano la expansión de su gama cosmética, en la que ya posee jabones y cremas, entre otros productos, desarrollar un yogur bebible y centrarse en alimentos para bebés.