Tala preventiva para frenar al «ébola del olivo»

Comienza la retirada de 300 ejemplares ubicados en el perímetro de un árbol infectado por Xylella.

Los operarios de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid ya han iniciado la tala de al menos 300 árboles como parte del protocolo de prevención que se inició después de detectar la presencia de la bacteria Xylella Fastidiosa, conocida como el «ébola del olivo» en un ejemplar de la localidad de Villarejo de Salvanés. La preocupación se propagó como la pólvora entre los profesionales que trabajan en el sector olivarero español, que representa el sesenta por ciento del total de la producción europea y que supone una parte vital del sustento de la agricultura nacional. Por eso, el procedimiento que fija la Unión Europea para casos como éste se activó tan solo 24 horas después de que se confirmase el caso. Como no existe ningún producto que acabe con esta bacteria de una forma menos invasiva, la única solución efectiva es deshacerse del ejemplar infectado.

Aunque por el momento sólo ha dado positivo un olivo, las pautas de actuación a nivel europeo marcan que se deben cortar, triturar o quemar todos los ejemplares que se encuentren en un radio de cien metros –en este caso tres centenares de árboles– para lo que se ha fijado un plazo máximo de quince días. Además, en un perímetro de quinientos metros se está llevando a cabo un tratamiento fitosanitario y de insecticida para limpiar la zona de mosquitos, un animal que actúa como transmisor de la Xylella Fastidiosa. El protocolo se mantendrá activo durante al menos cinco años, y en ese tiempo no se podrá plantar en la zona uno –a cien metros del olivo infectado– ni trasladar especies vegetales a la zona dos.

La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha destinado dos millones de euros de forma provisional para una operación de la que se ha hecho cargo el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra). Aunque por el momento sólo se conoce el caso de un olivo infectado, la Xylella Fastidiosa puede afectar también a los cítricos y la vid, por lo que la situación es de extrema gravedad. El principal síntoma que muestran los árboles afectados son la decoloración marrón de las hojas, una señal que en ocasiones también se puede confundir con la acción de algún tipo de herbicida o por falta de agua o de nutrientes.