Un carterista puede obtener entre 20.000 y 60.000 euros anuales

STOP Carterismo. Éste es el nombre de la campaña que ha puesto en marcha la empresa de seguridad CPP, cen colaboración con la Policía Municipal de Madrid y la Policía Nacional, que pretende concienciar a la población acerca del problema de los carteristas y divulgar toda la información posible para que la gente sepa evitar la acción de estos delincuentes.

"Somos una compañía multinacional y sabemos que la policía de Madrid, nacional y municipal, es un ejemplo de eficacia para el resto del mundo por lo que nos hemos apoyado en sus conocimientos para elaborar este informe", señala Eduardo Gil, responsable de comunicación de la compañía. "Se trata poner el foco en el carterista, de desenmascararles, de conocer al enemigo como primer paso para no sufrir sus fechorías", explican desde CPP. Dicho informe describe cómo son, qué tipos hay, qué técnicas emplean, dónde actúan y la legislación al respecto. Además, dan consejos para evitarlos, qué hacer si eres víctima o cómo reaccionar cuando veas a uno.

Para divulgar esta información, CPP ha instalado en la Puerta del Sol de Madrid su primera carpa #StopCarterismo del año con el Mapa del Carterismo de Madrid, una Radiografía del Carterista y una tribuna de víctimas para que lancen video-mensajes a los carteristas: Ratas de metro; Lanceros y Chinaores; Carpeteras callejeras y Carpeteros de bar; Claveteras; Falsos turistas; Descuideros; Ronaldinhos; Suplantadores; Y Goteras.

El informe describe así a los carteristas: son profesionales del hurto, trabajan en grupo, están perfectamente organizados y conocen bien la legislación que les atañe. Por ello, no suelen emplear la violencia, para no cometer un delito sino una falta, y no suelen sustraer más de 400€ para que, si son detenidos, les sea imputado un hurto y no un robo. Son expertos en el arte del camuflaje, su entorno ideal son las aglomeraciones y sus víctimas favoritas ancianos y turistas. Son habituales y reincidentes y sus ganancias anuales pueden oscilar entre los 20.000€ y los 60.000€, según estimaciones policiales. Advierten que, tras robar un bolso, suelen revender DNI y tarjetas bancarias por 30€ a otros especializados en fraudes y los teléfonos móviles por entre 30€ y 150€. Según fuentes policiales, en Madrid puede haber un millar de carteristas que generan miles de hurtos cada año. La Policía Nacional registra unas 1.000 denuncias de hurto al mes en el Metro y las comisarías entorno a las 40.000 al año. "En esta cifra se incluyen pequeños hurtos en tiendas, robos de bicicletas, etc., aunque hay que tener en cuenta que sólo se denuncian una o dos de cada sustracción a manos de un carterista", explican desde CPP "por eso es difícil saber el total de hurtos de este tipo ya que mucha gente no denuncia, algo que es fundamental para combatir esta delincuencia".

El informe explica que los carteristas tienen mucha movilidad geográfica, que actúan en diferentes zonas del territorio español y otras ciudades europeas y que son expertos en camuflarse ya que adoran las aglomeraciones y sus víctimas predilectas, aunque no las únicas, son ancianos y turistas, los más vulnerables a distraerse. En el Mapa del Carterismo de Madrid, CPP muestra los puntos calientes. Eduardo Gil explica que "los carteristas van donde hay aglomeraciones o puedan provocarlas, donde puedan deshacerse fácilmente de las pruebas, donde uno pueda vigilar la zona, otro distraer a la víctima y otro robarle...". El mapa está dividido en 5 tipos de lugares: Transporte público; Aglomeraciones callejeras; Cafeterías, bares y restaurantes; Ocio nocturno y fiestas; Y zonas comerciales. Estos puntos se repiten en las cada ciudad europea y CPP recalca que "Madrid no es una ciudad más problemática que Barcelona, Londres o París. La semana pasada el Louvre tuvo que cerrar por los carteristas y en Londres han tenido que montar un dispositivo especial en el Metro donde las denuncias han crecido un 18% en un año". Eduardo Gil concluye advirtiendo que "el Carterismo es un problema global, que afecta a cualquier ciudad donde haya víctimas potenciales y la única diferencia es la legislación al respecto y las penas que llegan a recibir en cada lugar".

El informe recoge diferentes técnicas que emplean estos delincuentes. Rozar a su víctima para averiguar dónde llevan la cartera o el móvil, aprovechar descuidos, distraer con situaciones morbosas, hacerse pasar por mujeres en busca de compañía, por madres con bebés o por turistas, observar dónde guardamos el móvil, taparnos la visión con algo o bloquear el paso para generar una aglomeración. Así, CPP ha entregado una serie de consejos para evitar ser víctima, como no mostrarnos despistados, observar nuestro entorno, extremar la precaución en aglomeraciones, no dejar el móvil encima de la mesa o el bolso en el respaldo de la silla y desconfiar de quien se nos acerque. Si se sufre un hurto, evitar enfrentarnos a ellos, denunciarlo inmediatamente, bloquear las tarjetas y el móvil y aprender del posible error. Y si ves a uno en plena acción, mantener la calma, gritar: "¡Cuidado, Carterista!", llamar al 091 y esperar. "La ley permite retenerles pero sólo debemos hacerlo en superioridad, con otros ciudadanos que nos ayuden, y por ello quizá tengamos que ir a juicio como testigos por lo que es una decisión muy personal", explica desde CPP, que recomiendan también avisar a quienes veamos vulnerables, especialmente gente mayor y turistas. Además, estar protegido ante estas situaciones es garantía de recuperar lo robado o parte de ello, por lo que recomiendan contratar un seguro de tarjetas, un seguro de móvil y un seguro para protegernos de fraudes.