Un centenar de colegiados, expulsados del colegio por carta

MADRID- Dentro del clima judicializado que rodea al ICAM, el incumplimiento de algunas promesas de Gumpert ha disparado el descontento. Entre estas decisiones, la oposición a la actual decana ha criticado especialmente las formas utilizadas a la hora de dar de baja a varias decenas de colegiados por no estar al corriente de pago con la institución. Expulsiones que se han venido materializando en los últimos meses y que han necesitado del visto bueno del máximo órgano de decisión del Colegio, que a su vez se lo comunicó a los afectados a través de una carta. «A todos los efectos se le considera de BAJA de esta corporación. Ruego nos envíe su carné de colegiado y las tarjetas de Servicio Médico». Apenas medio centenar de palabras que han cambiado de forma radical la vida de una de las afectadas, que prefiere no revelar su identidad. La misiva, firmada por el responsable de Secretaría del ICAM el pasado 29 de mayo, y a la que ha tenido acceso LA RAZÓN, significa para esta abogada que no podrá seguir desempeñando su trabajo. Al estar fuera del colegio, no podrá seguir defendiendo a sus clientes. Como ella, cerca de un centenar de colegiados han recibido este tipo de cartas en los últimos meses con el mismo mensaje. Otro de los afectados conoció que ya no formaba parte de la institución por medio de una carta firmada por la propia secretaria del ICAM, Carmen Pérez de Andujar: «La junta de gobierno ha acordado darle de baja en la Corporación. Del referido acuerdo se dará traslado al departamento de Deontología a los efectos que proceda». Los estatutos del ICAM recogen en su artículo 11 que el abogado perderá su condición de colegiado «por reiterada falta de pago de las cuotas». Se trata, por tanto, de expulsiones legales atendiendo a la letra de los estatutos, pero que hasta ahora se utilizaba únicamente como medida excepcional. Anteriores juntas de gobierno «otorgaban periodos de gracia a los abogados que pudieran encontrarse en dificultades», tal y como confirmaron a este diario varias personas vinculadas en los últimos años con el día a día del ICAM. Según los abogados afectados su expulsión contradice la promesa de Gumpert de apoyar personalmente a los letrados en dificultades: «Esta candidatura destinará el 100% de su obra social, a ayudar a los abogados necesitados de Madrid», subrayaba su programa electoral.