Pierde las dos piernas tras caer desde la plataforma entre dos vagones del metro

Un joven de trece años, herido grave tras ser arrollado en la estación de Sierra de Guadalupe. Accedió al metro en Villa de Vallecas y se subió cuando el tren ya estaba en marcha. A esa hora, otros dos jóvenes hacían lo mismo en la estación de Portazgo.

Se desconoce si era la primera vez que lo hacía o ya lo había puesto en práctica en más ocasiones. Sea como fuere, la imprudencia le salió cara ayer a un joven que se subió entre dos vagones de metro. Se cayó y sufrió la amputación de las dos piernas. Sólo tiene trece años. Ocurrió a eso de las 20:00 horas del domingo en la Línea 1 de Metro. Ayer, desde Metro de Madrid no pudieron confirmar si el video que circulaba por las redes sociales, donde se veía a dos jóvenes montados entre dos vagones en la estación de Portazgo (difundido el mismo día sobre la hora de los hechos) se corresponde con la víctima. Lo único que pueden confirmar desde al empresa pública es que la víctima se subió en la estación de Villa de Vallecas (dirección norte, Pinar de Chamartín). El tren ya estaba en marcha y el joven decide acoplarse entre los dos convoyes. Apenas una estación después se cayó y el tren le seccionó las piernas a la altura de las rodillas.

Como pudo, trató de ponerse a salvo y se refugió en un apartado de respiración, a través de cuyas rejillas –que daba a la calle– pudo pedir ayuda. Fue un vecino de allí, de la calle Felipe Álvarez, quien escuchó la llamada de socorro y bajó a la calle. Vio al joven abajo y pensó que tenía las piernas atrapadas pero, preguntándole cómo había llegado hasta allí, para entrar por el mismo sitio y ayudarle, el joven no contestaba, quizás aún temeroso de la gamberrada que había derivado en todo aquello. El vecino sólo le escuchó que se llamaba «Rachid o Said», según explicó a Telemadrid. Hasta el lugar se trasladaron los Bomberos del Ayuntamiento de Madrid para tratar de sacarlo por la verja.

Los sanitarios del Samur atendieron al joven a eso de las 20:00 horas de la tarde. Es entonces cuando se dan cuenta de que, para llegar hasta donde está, desde el lugar donde cayó, el joven había tenido que subir unos cinco o seis metros a través de una especie de escalones, que daban al respiradero desde el cual pidió auxilio.

Tras estabilizarle y sedarle, los facultativos de Emergencias-Madrid, le trasladaron en estado grave al Hospital La Paz, donde permanece ingresado. Tiene una amputación de ambas extremidades inferiores a la altura de la tibia. Su vida, en principio, y si no sufre complicaciones como pueden ser infecciones o trombos, no correría peligro, según fuentes cercanas al caso.

Metro de Madrid precisó que se desconocen los motivos por los que el joven se agarró al tren en marcha y corroboró que, como es habitual en estos casos, ha abierto un expediente para investigar lo ocurrido.

Por su parte, fuentes policiales aseguran desconocer que sea un juego que se ha puesto de moda entre los jóvenes y, de ser algo recurrente, es el primer accidente que ocurre en este sentido. Eso sí, siempre ha habido gente que pasa de un vagón a otro a pesar de que en al puerta pone un cartel que lo prohibe. Con los nuevos trenes articulados es imposible hacerlo, así que, de ocurrir, es en los trenes con convoyes antiguos como las líneas 1, 2 y 4.

El usuario del suburbano que grabó una escena casi idéntica y la colgó a esa hora en Twitter (avisando a Metro a esa hora de la imprudencia a modo de video-denuncia) asegura que lo grabó en la estación de Portazgo. Esto es cuatro estaciones más arriba de donde sucedieron los hechos. Podría tratarse del mismo joven si hubiera tomado el metro dirección sur (Congosto), pero una portavoz de la empresa pública confirmó que se subió en la estación de Villa de Vallecas, por lo que tiene que tratarse de dos casos distintos. Quizás eran los mismos jóvenes (en las imágenes se ve a dos chavales y Metro dice que sólo subió uno) o los amigos de la víctima, si es que es cierto que se trata de un peligroso juego que se ha puesto de moda.

Otros casos

Han sido varios los accidentes producidos en el metro madrileño en los últimos años. Uno de los más trágicos tuvo lugar en la madrugada del 4 de febrero de 2004, cuando una joven murió decapitada por el último convoy que circulaba aquel día. Los hechos se produjeron en la estación de Tribunal y, según la declaración de los testigos, la mujer descendió hasta las vías después de una fuerte discusión con su pareja.

Dos años y tres meses más tarde, en mayo de 2006, un adolescente se despistó y se precipitó a las vías por el espacio situado entre los dos vagones. El suceso tuvo lugar en la céntrica parada de Ópera y, aunque el joven pudo salvar la vida perdió las dos piernas. Exactamente lo mismo que le pasó al varón atropellado en la estación de Príncipe Pío el 19 de noviembre de 2011.

En esa misma estación, pero cuatro años después, el 27 de mayo de 2015, los usuarios del suburbano vivieron otro triste episodio: un varón falleció después de que un tren que cubría el recorrido de la línea 10 le pasase por encima.

El mismo desenlace ocurrió durante el mes de julio de 2014, cuando corrió un habitante de Leganés se deslizó hacia los raíles mientras paseaba por el andén de la estación de Casa del Reloj. La mala fortuna quiso que justo en ese momento un convoy se adentrase en la estación. Uno de los últimos atropellos protagonizados por un tren de Metro de Madrid sucedió a finales del año pasado: una mujer de 23 años fue arrollada en el túnel que une las estaciones de Tribunal y Alonso Martínez, sin embargo, esquivó la muerte y fue trasladada al hospital.