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Un retrato robot para encontrar al asesino de Eva Blanco

La Guardia Civil pide ayuda para esclarecer un «crimen perfecto» de 1997

Varón, de 35 a 40 años en 1997, entre 1,70 y 1,80 metros de altura, de complexión gruesa y unos 80 kilos de peso
Varón, de 35 a 40 años en 1997, entre 1,70 y 1,80 metros de altura, de complexión gruesa y unos 80 kilos de pesolarazon

El Grupo de Homicidios de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid ha recogido el testimonio de una persona queha aportado datos determinantes para confeccionar un retrato robot relacionado con el homicidio de la joven Eva Blanco, que se produjo en la localidad de Algete en 1997. Gracias a los datos aportados por esta persona, el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil ha elaborado un retrato robot sobre un individuo avistado el día del suceso en las proximidades de la zona donde fue localizado el cuerpo sin vida de la menor de Algete. Sus características son las de un varón de entre 35 y 40 años en el año 1997, entre 1,70 y 1,80 metros de altura, complexión gruesa, entre 75 y 80 kilogramos de peso y pelo castaño, corto y de punta en la parte superior. También señala que tenía cara cuadrada y curtida, con ojos negros y hundidos. Fue visto vistiendo camisa blanca, y jersey de cuello de pico.

16 años sin resolverse

«Sólo escribiré una cosa. Miguel T. Q. By Evita». Fueron las últimas palabras que Eva Blanco escribió en su diario personal. Tras esta anotación salió a tomar algo con su amiga Vanessa, la última persona que la vio con vida. Estuvieron bebiendo juntas algo de calimocho y hacia las 23:45 horas de la noche del 19 al 20 de abril. Eva le dijo que se tenía que ir a casa porque debía llegar antes de las doce. Tenía tan sólo 16 años y fue lo último que se supo de ella. Su cuerpo fue encontrado a la mañana siguiente por dos hombres que paseaban entre la carretera de Algete y Cobeña. Aquella noche llovió con fuerza en Madrid y el cadáver se encontraba en la cuneta, boca abajo y en medio de un gran barrizal. Estaba completamente vestida y se determinó que había recibido 19 puñaladas con un cuchillo de entre 8 a 10 centímetros de hoja. La primera de las cuchilladas fue en el costado izquierdo por lo que los investigadores creen que aún se encontraba dentro del coche, en el asiento del copiloto. Después, salió corriendo a la cuneta pero su agresor la atrapó y le asestó el resto de las puñaladas. Moriría desangrada poco después, sobre las cuatro de la madrugada, según la autopsia.

La intensa lluvia limpió en gran medida el cuerpo y la escena del crimen. Sólo se pudo recuperar una pequeña fibra como las que se usaban en la tapicería de muchos vehículos de la época. Un testigo aseguró haber visto un Renault de color claro. Eva había mantenido relaciones sexuales con su agresor momentos antes de ser asesinada. Si fueron consentidas o no, está en discusión. Según los investigadores. sí hubo consentimiento y después de ellas se habría producido una disución que terminó con el asesinato. Según la familia, la joven fue violada. Lo cierto es que en su ropa interior se encontraron restos de semen. Desde el primer momento, la Guardia Civil se centró en el círculo más cercano de Eva. Entre otros, de Miguel, a quien la chica citaba en su diario, pero el joven no puso ningún inconveniente en hacerse las pruebas y, tras ellas, quedó descartado.

Fue entonces cuando se produjo un hecho poco usual y se organizó una donación voluntaria de pruebas de semen de varones de los alrededores del pueblo. Con ello se pretendía descartar sospechosos ya que los agentes estaban, y están, convencidos de que el asesino se encuentra entre los pueblos de la zona. Nada menos que 2.013 hombres se presentaron voluntarios. Sin embargo, el juzgado consideró que esa iniciativa era ilegal y se frenó.

Ahora, los agentes piden tener acceso a dicho listado para tratar de descartar candidatos y porque el tiempo corre en su contra ya que quedan cuatro años para que el crimen prescriba.

El misterio que esconde el número 343110

En una de las últimas páginas del diario aparece un folio entero en el que la joven escribió, con cinco colores de tinta diferentes y en un perfecto orden, el mensaje «Eva y 343110». Estos tres términos se repiten sistemáticamente durante una página entera. Las teorías sobre qué significa ese número son muchas. Hay quien defiende que cada cifra esconde una letra, otros que es una dirección y no son pocos los que creen que es el de un «buscapersonas».