Metro de Madrid

Pánico en el Metro por un disparo tras una pelea de bandas latinas

La Policía detiene a un ecuatoriano menor de edad y un dominicano que se enfrentaron con un arma de fogueo y un machete. Uno de ellos trató de robar el móvil a un viajero que fue testigo de la reyerta.

Pánico en el Metro por un disparo tras una pelea de bandas latinas
Pánico en el Metro por un disparo tras una pelea de bandas latinaslarazon

La Policía detiene a un ecuatoriano menor de edad y un dominicano que se enfrentaron con un arma de fogueo y un machete. Uno de ellos trató de robar el móvil a un viajero que fue testigo de la reyerta.

El pánico se apoderó de un vagón de la línea 5 de metro a mediodía de ayer y, por unos momentos, alguno pensó que se trataba de un ataque de corte terrorista. Afortunadamente, sólo fue una pelea entre dos individuos pero los usuarios que viajaban en el mismo convoy vivieron unos minutos de auténtico terror. Ocurrió sobre las 13:30 horas entra las estaciones de Ventas y El Carmen, dirección Alameda de Osuna. Dos jóvenes de origen latino, uno de ellos menor de edad, se enzarzaron en una discusión y ambos acabaron sacando sendas armas. Uno de ellos un arma blanca, un machete (el mayor de edad, que es dominicano), y otro una de fuego, una pistola detonadora modificada (el menor de edad, que es ecuatoriano). Fue éste quien efectuó un disparo aunque no hubo heridos de ningún tipo, según fuentes policiales. El arma, aunque provoca el mismo ruido (lo que atemorizó a los presentes) no expulsaba balas y sólo podía provocar daños si se efectúa muy cerca del cuerpo.

Ante este escenario, alguno de los viajeros accionó el freno de emergencia y el convoy se detuvo. Algunas fuentes aseguran que otros usuarios abrieron la puerta de emergencia y salieron, en mitad del túnel, fuera del tren para llegar a pie hasta la estación, situada a menos de 200 metros.

Una vez el maquinista avanzó e hizo su entrada en la estación de El Carmen, el resto de viajeros fueron desalojados y los dos varones protagonistas de la escena, detenidos por agentes de la Policía Nacional.

Ambos se encontraban en estado de embriaguez y la discusión tuvo su origen porque, al parecer, ambos son miembros de bandas latinas antagónicas. Podría tratarse de DDP (Dominican Don’t Play) contra Trinitarios aunque no se ha podido confirmar. De hecho, aunque los arrestados permanecieron en un primer momento en la comisaría de distrito de Ciudad Lineal –situada a escasos metros del lugar de los hechos– posteriormente fueron trasladados hasta el complejo policial de Moratalaz, donde se encuentra la Brigada Provincial de Información. Y es que el grupo de esta brigada especializado en radicales bandas latinas es el encargado de llevar la investigación de los hechos.

Ayer por la tarde se les tomó declaración y pasarán a disposición judicial en las próximas horas. Se les imputa tentativa de homicidio y desórdenes públicos a los dos. Tenencia ilícita de armas al menor que llevaba la pistola y, al dominicano, un delito de hurto porque trató de arrebatar el móvil a un viajero después de la trifulca. Aunque en el altercado no hubo que lamentar heridos, los facultativos del Samur tuvieron que atender al maquinista que conducía el tren por una crisis de ansiedad.

La circulación del suburbano se cortó en la línea 5 entre las estaciones de Quintana y Rubén Darío y en la línea 2 entre La Elipa y Banco España, en ambos sentidos. Una hora después del incidente, sobre las tres de la tarde, Metro informó de que ya se había restablecido la circulación en ambas líneas. Según explicó una testigo a Efe, todos los pasajeros fueron desalojados de la estación y se precintó la salida de la boca de Metro de El Carmen.

El despligue policial en el andén de la estación y en las inmediaciones de la entrada del metro fue considerable y no pasó desapercibido para los vecinos de la zona. «No sabíamos qué pasaba pero pensábamos que era algo más gordo por la cantidad de coches policiales que había», explican desde el quisco de la entrada a la estación. Fue desde Metro desde donde alertaron del suceso a la Policía. El desconcierto de los primeros minutos y el estado de alerta en el que nos encontramos, especialmente tras los atentados de Barcelona y Cambrils del pasado 17-A, automatizó en muchos que el primer pensamiento fuera un ataque terrorista.