Ayuntamiento de Madrid

Una pantalla contra los ladridos de los perros en Getafe

Jesús G. Feria
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«Hemos recibido amenazas de un vecino, que dijo que sacaría la escopeta para acabar con los ladridos», asegura Alejandro, asiduo al parque canino de Las Moreras, en Getafe que, con una superficie de unos 6.500 metros cuadrados, es «el área canina más amplia de España», en palabras de Ángel Muñoz, concejal de limpieza por el PSOE de esta localidad. Situado justo al lado de la estación de Cercanías, podría «constituirse como un referente en Madrid», indica a LA RAZÓN Melania Guisado, integrante del Colectivo de Usuarios Áreas Caninas Las Moreras. Y es que todos están muy orgullosos de tener este tipo de instalaciones, pero hay algo que a algunos vecinos les roba el sueño: los ladridos.

Para solventar el conflicto el asunto ha llegado al pleno del Ayuntamiento. Los vecinos se quejan de que los ladridos se escuchan a altas horas de la madrugada, lo cual afecta a la tranquilidad de sus hogares. «Si venimos a horas muy tempranas, es por los horarios de trabajo», explica Manuel, otro integrante del colectivo en defensa del parque. Los usuarios de éste área han planteado soluciones que puedan permitir la convivencia: «Hemos propuesto la instalación de una pantalla insonorizadora transparente» para poder contentarlos.

Este colectivo no ha dejado de pelear además por la permanencia del parque canino. Según recuerda Melania, «primero hicimos dos recogidas consecutivas de firmas, recibimos 1.200 apoyos para que el parque se mantenga. Además, hemos hecho una solicitud genérica a la alcaldesa de Getafe y a los concejales. También lo planteamos en los presupuestos participativos».

Desde el ejecutivo del PSOE se defiende que «con que exista la queja de un vecino, es suficiente para tramitar una solución al problema». Por su parte, Sara Hernández, alcaldesa de Getafe, abogó por la primacía de la «convivencia». Finalmente, en el pleno del pasado martes, se aprobó el mantenimiento del parque con 15 votos a favor y nueve votos en contra.

La paz parecía estar sellada, pero tal y como sostiene otro miembro del colectivo, «ayer mismo vinieron el gerente y técnicos de LYMA (la empresa de limpieza y mantenimiento de Getafe) a dar una vuelta por el parque y comunicaron a los usuarios que allí se encontraban que el espacio iba a ser reducido».

Esta contradicción indigna a los usuarios de Las Moreras. Recuerdan la importancia de este espacio: «Nosotros pagamos nuestros impuestos y tenemos derecho a que nuestros animales tengan un lugar donde estirar las patas sin molestar a nadie», cuenta Manuel quien añade que el espacio no está acondicionado como es debido para los peludos. Su perra Maya «tiene un corte de correr por esas piedras, que no son adecuadas para los canes», afirma.

Los grupos municipales del Partido Popular y Ahora Getafe defienden la permanencia de este espacio. Según la concejal del PP Paz Álvarez, detrás de esta supuesta «defensa de la convivencia» de la alcaldesa, se encuentra una voluntad socialista de derribar un proyecto que lleva el nombre de su contrario «y que nació de una petición ciudadana». En vez de conformarse con la instalación de las barreras acústicas, medida que parece contentar a la mayoría de ciudadanos, usuarios y vecinos, el ejecutivo municipal insiste en la reducción del parque, abogando que existen siete áreas caninas en Getafe. La oposición recalca la diferencia entre un espacio reducido para que los canes depositen y un parque de esparcimiento.

Lo que más indigna ahora a los vecinos que defienden el parque es la contradicción entre lo aprobado en el Pleno y las actuaciones posteriores que, sostienen, está desarrollando el ejecutivo.