Turismo
Vecinos de Centro: amnistía de Carmena a los pisos turísticos
Aseguran que el Plan de Calvo es una «cortina de humo» al permitir el alquiler 90 días al año.
Aseguran que el Plan de Calvo es una «cortina de humo» al permitir el alquiler 90 días al año.
El Plan Especial de Regulación del Uso de Hospedaje, aprobado el pasado jueves por el Ayuntamiento y que tiene como objetivo regular las Viviendas de Uso Turístico (VUT) ante la proliferación de plataformas como AirBnb, nace con oposición vecinal. En algunos casos, y tal como relató ayer este periódico, porque el plan, nacido para restringir estos pisos en la zona Centro, está suponiendo que la oferta de estas viviendas se dispare en otros distritos como Usera y Carabanchel. Y en otros, porque los propios vecinos del distrito que, teóricamente, se iba a ver liberado de esta oferta masiva lo han acogido con escepticismo. Es el caso de la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos Madrid Centro. «Muy al contrario de lo anunciado por el Ayuntamiento de Carmena, estamos ante un intento de legalización masiva, una suerte de amnistía, de una actividad que a todos los efectos no es legal», aseguraba ayer la Coordinadora en un comunicado.
Como afirma este colectivo, el vigente Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM) ya limita su uso. Para pasar de un uso residencial a un uso de hospedaje, estas viviendas requieren contar con un acceso independiente desde la calle, así como una licencia de actividad previa, como sucede con cualquier otro negocio destinado a las actividades lucrativas. «Por tanto, la limitación de las viviendas para adquirir calificación de uso de hospedaje en función de su acceso independiente ya existe, así que no le vendan humo a los ciudadanos», dice la Coordinadora.
En su opinión, José Manuel Calvo, delegado del Área de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento, «se ha sacado de la manga un Plan Urbanístico que incluso pretende dar visos de legalidad a la actividad del hospedaje sin exigir licencia», en referencia a que las viviendas se podrán alquilar durante un tope de 90 días al año, «lo que viene a ser la práctica totalidad de fines de semana» durante los doce meses. Así, creen que se ha utilizado el pretexto de una «economía colaborativa» que no es tal, sino «ecomonía pura y dura», a sabiendas de que «será imposible controlar administrativamente la situación y que, por tanto, será la puerta para amnistiar la práctica totalidad de la actividad de hospedaje que hoy se realiza al margen del PGOUM». Por ello, dudan mucho que el Plan termine, como así ha asegurado el Ayuntamiento, con el 95% de las VUT.
La Coordinadora, que critica la ausencia de participación vecinal en la elaboración de la propuesta y que asegura que no ha existido ninguna mesa de coordinación, cree además que, en el mejor de los casos, se tardarán meses en tramitar el Plan y no será de aplicación hasta la legislatura próxima.
La proliferación de estas viviendas ha causado mucho malestar entre los vecinos de grandes ciudades como Madrid y Barcelona. No sólo por cuestiones como el ruido o la aglomeración de turistas en los barrios: también porque estos alquileres han supuesto una importante subida en los precios de las viviendas, haciéndolas prácticamente inaccesibles para el resto de ciudadanos.
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