Feromonas para combatir la plaga de la avispilla en el almendro

Agricultura ha puesto en marcha un proyecto de investigación para combatir dicha amenaza, experimentando con nuevos productos para frenar su propagación en los cultivos

Los técnicos del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) se encuentran inmersos en una investigación que pretende hacer frente a la plaga de la avispilla en los almendros, examinando diversas parcelas con el fin de dar con alguna solución. Los primeros ensayos se están llevando a cabo en una finca de explotación agrícola ecológica de producción de almendros, en la que, de manera experimental, se ha empleado la difusión de feromonas como alternativa para combatir a la avispilla.

Dicha sustancia se ubicaría en la copa de los árboles «con la misión de atraer al insecto y así conocer su ciclo biológico y población. Con las feromonas se ejercería una confusión sexual al macho, lo que impediría localizar a la hembra y evitar así su reproducción».

Así lo detalló el director del Imida, Vicente Pascual, junto al director general de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura, Francisco González, durante las jornadas técnicas «Plagas emergentes y nuevas amenazas fitosanitarias para los cultivos del sureste español: Avispilla del almendro y 'Xylella Fastidiosa'», cuyo objetivo es estudiar las estrategias de manejo sostenible para combatir la plaga de la avispilla del almendro tanto en las plantaciones de agricultura ecológica como en los sistemas tradicionales de la Región.

Según los responsables del Instituto agrícola, las amenazas pueden afectar a varios cultivos, especialmente en los sistemas de producción ecológica. «El Gobierno regional tiene en marcha varios proyectos para combatirlas, y se están llevando a cabo varios estudios», remarcó.

Fondos europeos

El proyecto de investigación se puso en marcha hace tres años, debido al auge de plagas agrícolas que han experimentado comunidades limítrofes como la Valenciana con la invasión de la «Xylella», y cuenta con un presupuesto de 799.261 euros, financiado a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) en un 80 por ciento.

En la investigación también participa el Servicio de Sanidad Vegetal de la Comunidad.