La Virgen de la Soledad es coronada bajo la portada barroca de la Catedral

La portada barroca de la Catedral de Murcia fue ayer testigo de la coronación canóniga de la Virgen de la Soledad de la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón, en un acto conducido por el obispo, José Manuel Lorca Planes, y al que asistieron la consejera de Cultura, Noelia Arroyo y el alcalde de Murcia, José Ballesta, entre otras autoridades. Para la celebración, la imagen lució un manto negro bordado en oro, confeccionado en el siglo XVIII, que ha sido restaurado por la propia Cofradía.

La imagen original, realizada alrededor del año 1600, desapareció durante la Guerra cCvil cuando se destruyó la iglesia de San Antolín, pero se sabe que fue de las primeras advocaciones que procesionó en el siglo XVII. La actual fue tallada en el año 1943 por el escultor Sánchez Lozano.

Durante el acto, la consejera Noelia Arroyo, mostró el apoyo del Gobierno regional a la labor que desarrollan las cofradías durante todo el año para divulgar las tradiciones de la Comunidad, el patrimonio y la cultura. «La Semana Santa es un rasgo distintivo de nuestras tradiciones y una forma de proteger el patrimonio histórico, al dejar constancia de la singularidad de cada una de ellas». Arroyo destacó que la Región cuenta con tres de estas celebraciones declaradas Bien de Interés Turístico Internacional.

En este sentido, anunció la preparación de una nueva exposición dedicada a la Semana Santa murciana, de carácter itinerante, que se exhibirá en las principales localidades de la Comunidad. Así mismo, recalcó el apoyo «incondicional» a la declaración de «La mañana de Salzillo como patrimonio inmaterial.

La coronación canónica es un rito católico, instituido en el siglo XVII e incorporado a la liturgia romana en el XIX. La Iglesia lo utiliza para resaltar la devoción por una advocación mariana. En su origen, según señalan los historiadores, las joyas recogidas en la Misiones, como símbolo de conversión y desprendimiento, se fundían para hacer una tiara a la Virgen. Ayer, la corona fue para la imagen de la Cofradía de El Perdón, una de las más tradicionales de la ciudad.

La Orquesta Sinfónica de la Universidad Católica de Murcia acompañó a la coral Discantus durante la Misa cantada celebrada en la Plaza del Cardenal Belluga en la que participaron cientos de devotos marianos.

La consejera de Cultura manifestó que el acto «une a los murcianos en torno a una de las procesiones más castizas y queridas de Murcia, acompañando a sus cofrades en uno de sus días grandes».