La dirección de Isla Mágica plantea un ERTE para sus 600 empleados

Un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) que se aplicaría sólo este año, hasta que aparezca algún comprador. Ésta es la alternativa que ha planteado la dirección de Isla Mágica al comité de empresa de un parque marcado por las deudas desde su nacimiento en 1997 y que ahora afronta una de sus etapas más delicadas. De esta manera, los trabajadores y la directiva negociarán esta opción a partir del día 8, así como una reducción del calendario de apertura.

La búsqueda de compradores del parque, iniciada por Caixabank como principal accionista, ha generado un escenario en el que el consejo de administración no ha aprobado los presupuestos de 2013 ni el calendario de apertura de la próxima temporada. Igualmente, se ha paralizado la venta de pases, aunque la dirección matiza que se están reservando para iniciar la venta cuando se fijen los días de apertura. El recinto cierra hoy la temporada y los empleados «no sabemos qué nos encontraremos cuando se reabran las instalaciones a finales de marzo», aseguró Ana Pérez, presidenta del comité de empresa. La dirección, además, ha pedido que se realicen una serie de recortes operativos y, por primera vez, según Pérez, se ha planteado la posibilidad de cerrar el parque, uno de los iconos del turismo sevillano puesto en marcha cinco años después de que se clausurara la exposición universal de 1992.

Precisamente, Pérez señaló que la directiva ha dado marcha atrás en su intención de cerrar el recinto por «la presión mediática y el apoyo institucional». De hecho, en el último Pleno municipal los tres grupos políticos aprobaron una moción que reclamaba la continuidad de la actividad.

La plantilla de Isla Mágica está compuesta por 600 trabajadores, de los que 400 son empleos directos y 200 temporales y de subcontratas. El comité de empresa, por su parte, ha pedido que las posibles medidas no afecten a los fijos discontinuos para garantizarles el cobro de las prestaciones por desempleo.

«Hemos exigido que se nos ofrezca una garantía, que CaixaBank nos asegure que se va a mantener abierto el parque. Queremos que dejen constancia de que van a cumplir los acuerdos que alcancemos», subrayó Pérez. Además, el comité ha pedido que las medidas que se adopten no vuelvan a recaer en los trabajadores más precarios, sino que afecten también a los quince integrantes del equipo de dirección.

«CaixaBank, como máximo accionista, tiene que dar ya la cara porque no se puede jugar así con la vida de 600 familias. Las negociaciones empezarán la semana que viene y esperemos que ya se nos dé el calendario definitivo», insistió la representante sindical.

«Es una falta de respeto a los andaluces y a los visitantes», señaló, al tiempo que lamentó que «hay mucha voluntad política de evitar la caída de Isla Mágica pero, a la hora de la verdad, nadie hace nada».

En cuanto al calendario de apertura, el convenio colectivo recoge un mínimo de 169 días laborales al año. Esta cifra, tras la reunión de ayer, queda en el aire a la espera de los resultados de los próximos encuentros.

Por su parte, un portavoz de la dirección aseguró a LA RAZÓN de Sevilla que la intención es que el parque abra tras la Semana Santa, «como viene siendo habitual». No obstante, reconoció la necesidad de «reducir costes laborales y operativos porque han bajado las visitas, y no sólo en el caso de Isla Mágica». «Adecuaremos los días de apertura al volumen de visitantes, teniendo en cuenta que el IVA ha experimentado una subida del 8 al 21 por ciento».