La Policía Local, bajo mínimos para luchar contra un botellón al alza

El Ayuntamiento ha de medir sus ajustes al milímetro. La obligada revisión de los calendarios laborales, aplicando la jornada de 37,5 horas semanales y suprimiendo el complemento de dedicación, conlleva un ahorro y, teóricamente, ha de generar mayor eficiencia, pero también acarrea problemas. Su aplicación en la Policía Local, por ejemplo, se antoja complicada y repercute en servicios de relevancia como la lucha contra el botellón.

La jornada de los agentes continúa siendo de media hora diaria más que la de la mayoría de funcionarios (40 horas semanales) y la opción de ir acumulando días de descanso resulta «ilógica», según las fuentes sindicales consultadas. Más días libres supone menos efectivos a la larga y en la lucha que Zoido ha iniciado contra el botellón tendría sus consecuencias. De hecho, la actual estructura ya resulta precaria: sólo 18 policías (tres dispositivos de seis personas) se encargan de cubrir esta tarea los fines de semana. Y, por consiguiente, los tiempos de respuesta a los avisos se alargan. En algunos casos hasta tres horas. «Al margen del botellón, hay que ir cubriendo otros servicios que van saliendo», explican, sin olvidar que específicamente llegó a haber hasta 50 agentes dedicados al botellón años atrás y que en 2009, «cuando menos botellones había», oscilaba entre 30 y 33 agentes. El poder intimidatorio, además, se resiente: «No es lo mismo llegar con un furgón y un coche que hacerlo con varios vehículos. Seis policías no pueden dispersar a cientos de personas». El fenómeno del botellón, en tiempos de crisis como el actual, va «in crescendo». La Policía lo sabe. La situación en el Arenal empieza a ser extrema para los vecinos, pero los agentes no dan más de sí. Desde el Ayuntamiento, por su parte, se remiten a los datos: en 2012 la Policía Local interpuso más de 5.000 denuncias por infringir la Ley Antibotellón. El delegado de Seguridad, Demetrio Cabello, aseguró que «en este año que comienza se continuará insistiendo en esta línea, porque pese a que la botellona sigue siendo una práctica habitual se han hecho importantes avances, como evitar las macroconcentraciones», antes tan habituales.