Los errores del arquitecto de las «setas» cuestan 4,2 millones

Erigir el Metropol Parasol costó más tiempo y dinero del estipulado. Sobre el papel, las gigantescas «setas» del arquitecto Jürgen Mayer no plantearon mayores problemas, pero en la práctica el presupuesto se duplicó –de 51 a 102 millones– y los plazos se extendieron, demostrando que el proyecto original era «inviable».

Erigir el Metropol Parasol costó más tiempo y dinero del estipulado. Sobre el papel, las gigantescas «setas» del arquitecto Jürgen Mayer no plantearon mayores problemas, pero en la práctica el presupuesto se duplicó –de 51 a 102 millones– y los plazos se extendieron, demostrando que el proyecto original era «inviable».

El anterior Gobierno, liderado por Alfredo Sánchez Monteseirín, obvió ese grave desfase, limitándose a aprobar sucesivas modificaciones presupuestarias para culminar la obra. El PP, sin embargo, anunció en su día que presentaría una reclamación contra el alemán. Casi un año después, el Ayuntamiento ha cifrado la demanda: 4,2 millones de euros. Ésa es la máxima indemnización que por ley puede exigir el Gobierno local, aunque el desvío «directo» provocado por el modificado del proyecto de ejecución fue de 12,7 millones, según consta en el expediente aprobado. La cifra alude sólo al sobrecoste derivado de la partida de la madera.

«El proyecto original no era ejecutable tal como fue concebido», insistió ayer el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, tras anunciar el inicio de un procedimiento para determinar si procede exigir al arquitecto Jürgen Mayer tan abultada indemnización.

Vílchez explicó que parece «evidente» que en el proyecto básico y en el posterior de ejecución redactados por el alemán existían «errores o deficiencias de diseño» relativos a la estructura y los materiales a emplear. La Ley estipula que la indemnización exigible al contratista alcanzará el 50 por ciento de los daños y perjuicios causados, sin que tal cantidad, a su vez, pueda ser superior a cinco veces el precio pactado por el proyecto. «Dado que los honorarios de redacción quedaron establecidos en 848.800 euros, procedería exigir al proyectista la cantidad de 4.244.000 euros», según confirmó el concejal popular, quien insistió en que el Metropol ha «sido un goteo constante de dinero y se tienen que asumir responsabilidades». Pese a la aparente solidez de los argumentos, el Consejo de Gobierno de la Gerencia simplemente aprobó solicitar la emisión de los informes técnicos y jurídicos precisos para determinar la procedencia de exigir tal indemnización a Jürgen Mayer. El estudio declinó valorar lo que considera una «noticia ya conocida» hasta que no reciban una notificación oficial, hecho que «aún no se ha producido». «No tenemos una opinión al respecto porque no sabemos exactamente a qué defecto se refiere», insistieron fuentes cercanas al arquitecto alemán, que aclararon que no existe una «comunicación directa» con el Ayuntamiento.

Por su parte, Sacyr, constructora y concesionaria de las «setas», mantiene su exigencia de cancelar el contrato público alegando pérdidas de 35 millones de euros por supuestos incumplimientos municipales. Urbanismo ya declinó cualquier indemnización al estimar que no se dieron tales infracciones. Desde diciembre la compañía no ha vuelto a pronunciarse al respecto pese al alto perjuicio que, a su entender, ha sufrido con el proyecto.