Crítica de cine

«Los miserables»: Esto no es «playback»

Dirección: Tom Hooper. Guión: William Nicholson, según el libreto de Claude-Michel Schönberg y Alain Boublil. Intérpretes: Hugh Jackman, Russell Crowe, Anne Hathaway, Amanda Seyfreid. 2012. Duración: 157 min. Musical.

«Los miserables»: Esto no es «playback»
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¿En qué consiste el efecto «playback»? El gesto del actor se ve obligado a desdoblarse, a buscar la voz en otro plano, a compartir energías con otra dimensión de la realidad. Es una característica propia de la naturaleza onírica del musical: la adecuación del rostro a una voz pregrabada corre paralela, en cierto modo, al proceso que atraviesa lo real para convertirse en lo imaginario. Para llevarle la contraria al género, Tom Hooper ha decidido rodar «Los miserables» con los actores cantando en directo, repitiendo temas enteros toma tras toma. Ha eliminado, por así decirlo, la variable de la ensoñación propia del género, con el objetivo de subrayar el contenido social de la tragedia de Victor Hugo. El realismo sucio de «Los miserables» traslada la indignación de las clases populares de la Revolución Francesa a la Europa de esta crisis que necesita más Jean Valjeans que Jauverts. Por desgracia, también realza el limitado registro vocal de algunos actores (en especial, Russell Crowe) y las carencias del director de «El discurso del rey», que intenta suplir con grandes angulares y cámara hipermóvil una tendencia a cumplir con el expediente. La espectacularidad del musical de gran formato encuentra en el cine un aliado del actor: si el teatro condena a las galeras del plano general toda su expresividad, la pantalla nos regala la posibilidad de que conquiste el primer plano. Hooper convence más en los momentos íntimos, en los que la proximidad del gesto se carga de sentido, en especial por Anne Hathaway, que parece la Juana de Arco de Bresson. Los dos primeros actos son puro melodrama dickensiano, pero en cuanto la película se pone a levantar barricadas y a imitar la pintura de Delacroix, se vuelve densa, tupida y precipitada en un registro más íntimo.