Londres

Los motivos de Picardo:un negocio de 113.000 millones de euros

La Razón
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MADRID- Fabián Picardo, ministro principal de Gibraltar, quiere aferrarse al negocio del juego on-line, que factura más de 113.000 millones de euros al año si se contabiliza la facturación de los 26 operadores instalados allí y auditados en 2012 por siete empresas diferentes. Una suma demasiado jugosa como para dejarla escapar por los conflictos territoriales con España.

Ahora ya se conoce a «The Rock» («La Roca»)–como les gusta a los ingleses llamar el pequeño territorio que tienen pegado a La Línea de la Concepción (Cádiz)– como «Las Vegas por internet», pero los planes de Picardo son mucho más ambiciosos y ahora ha puesto todo su empeño en la instalación de un cable submarino que no sólo proporcionaría a Gibraltar cierta emancipación de las líneas telefónicas españolas, sino que también elevaría su facturación a «cifras estratosféricas».

Para explicar cómo un negocio tan poco transparente se ha instalado en la Península debemos remontarnos a comienzos de este siglo, cuando los casinos estadounidenses encontraron un negocio paralelo en internet. Allí es donde surgieron los primeros operadores que, sin embargo, en 2004 se toparon con una nueva «ley seca» impulsada por el presidente Bush, que se resume en una frase pronunciada por este mandatario: «Press your mouse, loose your house» («Presione el ratón y perderá su casa»). Así comenzaba la «vendetta» personal del presidente de Estados Unidos contra los operadores de juego digital, a los que obligó a pagar impuestos muy elevados. Por ello, los principales actores implicados decidieron saltar el charco e instalarse en Reino Unido. Sólo dos años más tarde, posaron sus ojos en Gibraltar, de soberanía británica, pero que cuenta con mucha autonomía a la hora de regular su industria y el juego. Sólo están supeditados a la Corona británica en temas de defensa y de relaciones exteriores. Así, mientras en Londres grandes empresas como William Hill, Betfair o Ladbrokes pagaban en impuestos un 15 por ciento de sus beneficios, el Gobierno gibraltareño les permite, desde hace 14 años, tributar sólo al 1 por ciento. Negocio asegurado.

Pero, ¿cómo consiguió un territorio tan pequeño albergar los potentes servidores de todas estas compañías? La respuesta la tienen los acuerdos que su Ejecutivo firmó en 2006 con el ex ministro de Exteriores socialista Miguel Ángel Moratinos. Gracias a ello, España le proporcionó a «La Roca» miles de líneas telefónicas que las compañías de juego utilizaron para convertirse en una de las mecas de la apuesta por internet.

Gracias a este negocio tan lucrativo, los presupuestos de Gibraltar se han engordado con los años, ya que, poco a poco, se han ido sumando más empresas que han implantado sus servidores allí. Y es que, como aseguran fuentes cercanas a estos operadores, «la más pequeña factura medio millón de euros a la hora».

Sin embargo, la dependencia tecnológica de España y lo limitado del ancho de banda les impide seguir creciendo y ampliar el mercado, por lo que han decidido instalar la tecnología a través de aguas españolas. En la actualidad, el Peñón tiene a su disposición 100.000 líneas telefónicas para 28.000 habitantes y aún necesita más y con más ancho de banda. De ahí que no se extrañen con la información que ya adelantó este diario de que los bloques de hormigón que han lanzado en las costas escondan la ampliación de sus infraestructuras telefónicas, ya que el cable que estarían colocando sería de 3,6 terabytes.

«Gibraltar es un casino virtual y se aprovecha de ello para no tributar por el juego», afirma Guillermo Rocafort, doctor en Economía y experto en paraísos fiscales, quien también ha alertado de que «esta situación está fomentando la ludopatía entre los españoles». Según este experto, gran cantidad del dinero que genera esta actividad «no tiene ningún control». Para Rocafort, la solución es clara: «Todo pasa porque la Administración española cree un plan integral estratégico para el control del juego virtual en el Peñón». Por otra parte, a falta de terreno físico, este doctor en Economía resalta la fuerte expansión de Gibraltar a través de la red: «No todo son casas de apuestas. Webs como Wikipedia o empresas de ''call center'' también se aprovechan del negocio del cable».

En España, el juego on-line se regularizó en junio de 2012 y el número de jugadores se multiplicó por cinco durante los primeros seis meses de vigencia de la norma, al pasar de los 200.000 a más de un millón. Sin embargo, la mayoría de las webs que utilizan el dominio «.es», aunque tienen una pequeña delegación en nuestro país, mantienen los servidores en «La Roca». En concreto, 318 páginas de apuestas operan desde Gibraltar. 69 de éstas están autorizadas en España. Por tipo de juego, las apuestas deportivas copan el mercado, con un 49,7 por ciento sobre el total de juegos. La relevancia de deportes como el fútbol dentro de este negocio es uno de los motivos por los que, portavoces autorizados del sector del juego en nuestro país, afirman que «dentro de la ley de juego on-line 13/2011 no se incluyó la obligatoriedad de que los servidores de las operadoras tuvieran su base en España. Formaron un ''lobby'' que lo evitó». Estas mismas fuentes aseguran que «el fisco español está perdiendo entre un 20 y un 25 por ciento por el auge del juego on-line. La crisis y estos operadores merman el negocio».