Impuestos
En un premio compartido de la Lotería de Navidad... ¿Qué “pellizco” se queda Hacienda?
Es importante que sigamos una serie de recomendaciones para que no perdamos más dinero del que corresponde
Hay varios motivos para comprar boletos de la Lotería de Navidad en un grupo, con un amigo o con una pareja. Puede que sea porque es un hábito que han adquirido los compañeros de una empresa, o quizás, porque se pretende aumentar las probabilidades de ganar comprando más números, (...) o quizás, el objetivo es -simplemente- compartir la fortuna con algún ser querido.
Lo que rara vez recuerdan los que compran en grupo décimos del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, es que siempre hay alguien en la fiesta... al que nadie ha invitado: el fisco.
El socio invisible
Nos guste o no, de cada premio superior a los 40.000 euros, Hacienda se quedará con su tajada. A partir de esta cantidad, se tributará al 20% en la renta. Para facilitar la gestión, el fisco retendrá esa cantidad para que, a la hora de hacer la declaración, solo quede informar de la retención que nos ha hecho.
Esto significa que sólo deberán tributarel gordo, el segundo premio y el tercero. Concretamente, Hacienda se lleva 72.000 de los 400.000 euros del premio gordo, 17.000 euros del segundo premio y 2.000 euros del tercer premio. Si nos tocan 40.000 euros, o menos, cobraremos el premio íntegro.
En el caso de los boletos compartidos, hay una cosa que debemos evitar ante todo; y es que el importe del premio se transfiera en su totalidad a la cuenta bancaria del depositario del boleto porque, una vez que Hacienda haya cogido “su parte”, y sea el turno de repartir el dinero restante entre los miembros del grupo; puede parecer que este dinero es una donación; y Hacienda se sentirá de nuevo interpelada y obligará al pago de un impuesto de sucesiones y donaciones.
Por este motivo, es importante que vayan todos los socios a cobrar el premio. Esta es la mejor forma de acreditar que el premio es compartido y que debe repartirse entre varios. Allí, deberán identificarse todos los interesados, así como la cuenta bancaria de cada ganador y su porcentaje de participación. De esta forma, el premio se enviará directamente a cada cuenta bancaria del grupo.
La Agencia Tributaria, en realidad, no hará distinciones con los premios compartidos, y aplicará la misma norma que para cualquier otro premio de Loterías y Apuestas del Estado.
Por ejemplo, imaginemos que a ti, y a otros tres amigos, os sonríe la fortuna y os toca el gordo, es decir, 400.000 euros por un décimo. Pues Hacienda no tocará los primeros 40.000 euros, pero sí echará mano a los 360.000 restantes. Esto significa que, a cada uno de vosotros no os llegarán los 90.000 euros brutos a vuestra cuenta, sino que llegarán 72.000 euros después de que el fisco haya hecho lo suyo.
Hasta que la Lotería nos separe
Siempre se ha dicho que “valen más amigos en la plaza, que dineros en el arca”. Tristemente, la sabiduría popular rara vez es capaz de vencer la autoridad del poderoso caballero “don dinero”. Y las personas no se comportan de la misma forma cuando las posibilidades de ganar son de 1 entre 100.000, que cuando el premio ya ha tocado.
Es posible que aquel amigo del alma con el que compartías la suerte, cambie de parecer cuando entienda que el décimo ganador que tiene en su poder, es en realidad, un documento al portador... y que por tanto, lo recibe quien lo guarda. No es descabellado entonces, que aquel premio, que antes iba a ser compartido, ahora resulte que quienes van a compartirlo sean su bolsillo izquierdo y su bolsillo derecho.
Tristemente, esto es más común de lo que nos pudiéramos imaginar. Por eso, es importante que tomemos algunas precauciones... aún cuando tengamos absoluta confianza con la persona con la que compartamos el premio. De hecho, este también es un conflicto bastante común en situaciones de ruptura.
Si el matrimonio está sometido a un régimen de separación de bienes, el premio corresponde a quien lo ha comprado. Por eso, en esta situación sería bueno tener pruebas que acrediten que ese premio se ha comprado a medias.
Prepárate para lo peor
La mejor precaución que podemos tomar para evitar cualquier “malentendido” es dejarlo todo por escrito. Para hacer esto, basta con que el depositario del décimo lo fotocopie, y entregue a cada “socio” una copia impresa que contenga la firma del portador, acompañada de su nombre, su DNI, y los detalles del reparto.
No basta con un simple Whatsapp o e-mail porque, en caso de conflicto, la otra parte puede alegar que se ha manipulado la imagen. Entonces, en caso de querer -o tener- que hacer esta gestión de forma telemática, lo más recomendable es reunir en un solo documento los datos de todos los partícipes del grupo, así como la serie, el número y el año del décimo que se juega.
En caso de que surja esta situación conflictiva, y el depositario del boleto haga oídos sordos a tus reclamaciones, hay que hacer dos cosas: primero, denunciar el robo (apropiación indebida) ante la Policía Nacional o ante la Guardia Civil; y segundo, comunicarlo ante Loterías y Apuestas del Estado.
Con esta reclamación, el organismo público tendrá el poder de paralizar el pago, hasta que un juez determine finalmente quién o quiénes son los dueños legítimos... y qué parte le corresponde a cada cual.
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