Lotería

Lotería

Envidia preventiva: ¿a quién le daría más rabia que la tocara la lotería?

El 17% de los jugadores de lotería sufre la noche del 21 pensando que el Gordo tocará en un décimo que no tienen y que llevan sus conocidos

Encuesta Lotería
Encuesta LoteríaLotería CastilloLa Razón

¿Somos envidiosos los españoles? Parece que cuando hay dinero en juego, sí. Además, los celos se multiplican cuanto más cercana es la persona a la que le toca un premio, sobre todo si el agraciado es el cuñado al que nadie aguanta.

Según se desprende de una encuesta realizada por Lotería Castillo uno de cada dos jugadores moriría de celos si El Gordo de Navidad le tocase a su cuñado, por encima de su jefe, con un 20 por ciento. La mayor pesadilla para el 16 % de los jugadores de lotería sería ser testigo de la fortuna de su mejor amigo y, contra todo pronóstico, los suegros tan solo suman un 11%.

Envidia preventiva: ¿a quién le daría más rabia que la tocara la lotería?
Envidia preventiva: ¿a quién le daría más rabia que la tocara la lotería?Lotería CastilloLa Razón

En el caso de que el Gordo le tocase a nuestro políticos, la rabia del resto de los jugadores es “bipartidista”, según Lotería Castillo. Y es que, según su encuesta, casi el 80% de los jugadores de lotería se horroriza al pensar que Pedro Sánchez (42%) o Pablo Casado (36%) podrían ser los afortunados premiados. Sin embargo, sólo un 9% y un 12% de los encuestados no soportaría que Inés Arrimadas y Santiago Abascal, respectivamente, resultasen ganadores.

Envidia preventiva: ¿a quién le daría más rabia que la tocara la lotería?
Envidia preventiva: ¿a quién le daría más rabia que la tocara la lotería?Lotería CastilloLa Razón

Ante los ataques de pánico de ser los únicos en no llevar un décimo repartido entre nuestro entorno, algunas administraciones de loterías guardan décimos hasta última hora. Esta envidia preventiva a que El Gordo toque sólo a los demás dinamiza el 12% de las ventas en tan sólo las últimas horas, de acuerdo con datos de la citada administración.

Según Marcos Bernabéu, gerente de Lotería Castillo: “Mucha gente compra a última hora impulsada por la envidia preventiva. Vienen buscando esos décimos ya agotados, que se han llevado sus amigos o han vendido en el bar de su barrio”.

Todos los décimos no devueltos a Loterías y Apuestas del Estado a partir de las 22.30h que finalmente no se vendan, corren a cuenta de la administración de lotería. “No ha pasado nunca en nuestro caso”, comenta Bernabéu, “ya que, aun reservando números para esta venta de última hora, se han agotado”. De hecho, un 17% de los jugadores, según datos de un estudio elaborado por Lotería Castillo entre más de 5.400 compradores de lotería, sufre la noche del 21 pensando que el Gordo tocará en un décimo comprado en su entorno con el que no cuentan.

En cuanto a las compras, la Lotería de Navidad desmiente la creencia de que los españoles no somos previsores. El pistoletazo de salida de las ventas de décimos en julio nos coge con ganas de buena fortuna de modo que el verano concentra casi el 20% del total de las compras de los participantes en la encuesta.

En tan sólo las últimas 12 horas se concentran hasta el 12% de las compras de lotería, un porcentaje en el que coinciden tanto los datos de negocio como las respuestas de los encuestados.