Casa Bloc: un proyecto inclusivo de vivienda social con la tecnología como protagonista

Alrededor de 45 personas ya cuentan con una solución habitacional gracias al proyecto Llar Casa Bloc que lidera la fundación Habitat3 y que cuenta con la colaboración, entre otros, de Cellnex Telecom como socio tecnológico.

Se trata de 17 viviendas de 1 y 2 habitaciones que alojan a personas en situación de vulnerabilidad, como personas sin hogar, en riesgo de exclusión residencial o con problemas de salud mental o de adicciones.

Cellnex, como operador de infraestructuras de telecomunicaciones, ha equipado estos hogares con una red wifi y acceso a internet, lo que contribuye a reducir la brecha digital de estas personas. Los usuarios pueden comprobar, de forma sencilla, a través de unas tablets, el consumo que van realizando y valorarlo así para la toma de decisiones, incluso, antes de que llegue su factura.

Además, las viviendas cuentan con sensores que monitorizan aspectos relacionados con el confort de sus estancias, como puede ser la calidad del aire, la temperatura, la humedad… A través de la plataforma de Internet de las Cosas, SmartBrain, de Cellnex, tanto los usuarios de las viviendas como la entidad social que las gestiona pueden ver los datos en tiempo real y comprobar el histórico, incluso para distinguir patrones de comportamiento.

“Teniendo este sensor de confort y dentro de unos baremos, se puede valorar a nivel estadístico si cada vivienda se encuentra dentro de unos parámetros y podemos así interactuar con las familias, valorar cada situación y explicarles cómo mejorar y cómo reducir determinados gastos en suministros”, explica Anna Salas, técnico de construcción de la Fundació Hàbitat3.

Para Lara San Juan, IT Project Manager de Cellnex, el beneficio es claro, ya que estas viviendas son un ejemplo de cómo “la tecnología puede estar aplicada al bienestar y la mejora de la vida de las personas”, algo en lo que coincide con el director de Asuntos Públicos y Corporativos de Cellnex, Antoni Brunet. Brunet añade además que “la conectividad, un servicio que se ha convertido básico en la sociedad digital en la que vivimos, puede convertirse en un factor inclusivo para las personas que se encuentren en situaciones de vulnerabilidad”.