Hablemos de futuro
Financiación, internacionalización y digitalización: claves para el desarrollo del sector agro en España
Banco Santander impulsa la evolución del sector vitivinícola a través de una gama de soluciones adaptadas a las necesidades de cada negocio
José Fernando Pérez Salamanca es el fundador y gerente de Bodega Finca Venta Don Quijote. Para él, el sector agro es estratégico en España a nivel económico, social, medioambiental y territorial. Comenzó a trabajar en el diseño de la finca en El Toboso (Toledo) en 1997 cultivando uvas tintas de varios tipos: Merlot, Syrah, Tempranillo, Garnacha y Cabernet Sauvingon. Eran tan solo tres empleados en este primer proyecto. A día de hoy ya cuenta con tres fincas y tres bodegas en diferentes zonas que dan trabajo a 100 personas.
A este terreno en Toledo han sumado una finca en Villaescusa de Haro, en la provincia de Cuenca, donde cultivan uvas blancas de maduración temprana, y la plantación de viñedo en Rueda, financiada por Banco Santander y que es a día de hoy su principal proyecto. Allí cultivan la uva autóctona, la Verdejo. “En 2017 compramos dos fincas para viñedos y a principios de 2020 iniciamos las obras de la bodega, donde también hemos contado con su financiación. Estamos muy contentos con la ayuda que hemos tenido para impulsar este proyecto”, comenta el fundador y gerente de la empresa.
Entre sus planes de futuro ya está sobre la mesa replicar esta experiencia tan positiva con la Denominación de Origen Ribera de Duero, aplicando su conocimiento en el sector. “Hay muchas zonas productoras y cada una tiene una peculiaridad diferente de tierra, clima, procesos de cultivo, elaboración y comercialización - explica Pérez Salamanca -. Hay variedades que se adaptan mejor a unas zonas que a otras, como por ejemplo la variedad blanca verdejo, en la zona de la Denominación de Origen Rueda, la uva Albariño en la D.O. Rías Baixas, la Mencía en D.O Bierzo o la Tempranillo en D.O. Ribera del Duero”.
Viñedos y bodegas: un sector tradicional al alza
La producción media de vino en España ronda los 42 millones de hectolitros, de los cuales, la mitad se producen en Castilla-La Mancha. Aunque es el principal país en cuanto a superficie de viñedos y pese a ser el principal exportador de vino a nivel de volumen, España ocupa el tercer puesto en valor económico.
“En los últimos años se está notando un cambio muy importante y favorecedor en la producción y la comercialización. Las explotaciones se han modernizado en maquinaria, tecnología y contamos con grandes profesionales. Es importante destacar que se está haciendo un gran esfuerzo para adaptarnos a las nuevas demandas, como la producción en ecológico, las nuevas variedades o productos de mayor valor añadido”, explica el dueño de Finca Don Quijote.
Y es que el sector agro en su conjunto ha demostrado ser un servicio esencial, especialmente durante el último año y medio. En este periodo este sector ha dado un paso adelante para garantizar el abastecimiento de alimentos a la sociedad en todo momento y, gracias a este esfuerzo, consiguió en 2020 un repunte del 5,3% de su PIB con respecto al año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Pérez Salamanca admite que las ventas a nivel nacional cayeron durante los meses de confinamiento duro por el cierre de la hostelería, pero lograron compensar las pérdidas gracias a la demanda internacional. “La internacionalización del sector está haciendo que evolucionemos hacia una mejora en las marcas, los envasados, la imagen, nuevos productos y mercados. Todo esto apunta a un aumento progresivo y muy positivo de nuestro sector en el exterior, reflejando precios medios más elevados”, explica.
En Castilla-La Mancha, la mayor parte del vino se comercializa a granel y se destina a otras bodegas embotelladoras tanto de ámbito nacional como internacional, mientras que en otras regiones como Rueda o Ribera el vino se comercializa en su mayoría embotellado con la marca propia de cada bodega, lo que se traduce en un valor añadido a nivel de facturación y de visibilidad. Precisamente, estas peculiaridades del sector exigen una planificación adecuada, lo que repercute en el modelo de negocio, que varía. Es primordial, por tanto, contar con el apoyo de grandes entidades.
La importancia del sector agro en la economía
Si bien en los años anteriores a la pandemia fueron otros sectores los que lograron mejores cifras anuales, a raíz de la crisis sociosanitaria y económica del último año y medio la agricultura ha liderado el crecimiento económico.
Las ayudas que reciben estos proyectos por parte de Banco Santander - 7.567 millones en 2020 y otros 1.900 millones solo durante el primer trimestre de 2021 - son clave para asegurar su éxito. Gracias a este impulso el sector agro produjo 35.196 millones de euros durante el año pasado y creó aproximadamente 7.000 empleos más que el periodo anterior, según los datos del INE.
Los clientes de Santander que pertenecen a este sector reciben, además de la financiación necesaria para impulsar sus proyectos como en el caso de Finca Don Quijote, el asesoramiento de sus profesionales especializados en el sector agro. Ya durante la crisis, Santander se volcó con agricultores, ganaderos y productores reforzando las ayudas para paliar los efectos de la crisis y, a lo largo de este año, continúa contribuyendo de manera decisiva en la evolución del sector. De hecho, recientemente, ha comenzado a remodelar algunas de sus oficinas, con la creación de un corner agro específico para atender a agricultores y ganaderos mediante un especialista dedicado exclusivamente a este sector.
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