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MOM:
luchando contra la desnutrición infantil en Etiopía

 

Existen más de 22 millones de personas refugiadas en el mundo. Etiopía es uno de los mayores países de acogida en África: en septiembre de 2021 había 799.751 refugiados en 12 campamentos del país procedentes, en su mayoría, de Sudán del Sur, Somalia, Eritrea, Sudán y  Yemen. Gracias a la implantación de leyes progresistas en Etiopía, la población refugiada tiene reconocido el derecho al trabajo y a la educación, pero también pueden registrar sus nacimientos y matrimonios, tener cuentas bancarias o conseguir el carnet de conducir. 

Sin embargo, uno de los grandes problemas a los que se enfrentan estas personas es la desnutrición, especialmente en las primeras etapas de la vida. MOM es un proyecto que surge de la alianza entre el Comité español de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y la Fundación “la Caixa”. Este programa de ayuda humanitaria pone el foco en la prevención y tratamiento de la desnutrición en niños, niñas, embarazadas y lactantes. 

La desnutrición, en estos casos, no solo hace referencia a la escasez de comida, sino que se trata de un problema socio sanitario muy complejo: el trauma de la huida, la violencia de género y la desinformación de las madres sobre las prácticas de nutrición e higiene son determinantes para su estado de salud y el de sus bebés. MOM es un programa integral que aborda la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la desnutrición a través de la atención y empoderamiento de las madres.  

Población refugiada en Etiopía

Más del 50 % de personas refugiadas son menores y corren un alto riesgo de tener desnutrición. En 2016 la situación nutricional en los campos de refugiados de Etiopía era realmente alarmante: 10 de los 24 campamentos registraban desnutrición superior al umbral de emergencia. En Gambella, el 24, 5 de los niños y niñas padecían desnutrición aguda, un 5,6% desnutrición aguda severa y el 62% tenían anemia.

Gracias al programa MOM, cuatro años después, las cifras han cambiado: la desnutrición aguda se ha reducido un 47%, la desnutrición aguda grave un 60%, la anemia un 36% y la mortalidad infantil, un 36%. Se trata de un programa de intervención metodologías de transversales. Hasta la fecha, ya se han beneficiado más de 920.000 personas refugiadas, de las cuales más de 628.000 son menores de 5 años.

Proyecto MOM: prevención, diagnóstico y tratamiento

Se trata de un proyecto que trabaja para reducir la mortalidad infantil y mejorar la situación nutricional de los menores de 5 años y de sus madres.

Innovación tecnológica
  • Cupones electrónicos para la compra de alimentos frescos que se entregan  a las familias para gastar, según sus necesidades, en los mercados locales.  
  • Last Mile Mobile Solution, una tecnología que permite gestionar los datos de niños, niñas, mujeres embarazadas y lactantes para acortar los tiempos de espera de sus tratamientos y complementos nutricionales.
  • Diagnóstico no invasivo de la anemia para evaluar los casos sin necesidad de extraer sangre a los niños con el fin de evitar los riesgos que esto conlleva en lugares donde el agua y la higiene son escasos.
Innovación metodológica
  • Creación de espacios seguros de madres donde compartir temas de la lactancia y alimentación de la madre y el bebé.
  • Campañas de sensibilización comunitaria para fomentar la lactancia materna, buenas prácticas de alimentación y corresponsabilidad en el cuidado de los hijos. 
  • Talleres de cocina para aprender a preparar alimentos ricos en nutrientes para toda la familia. 
  • Formación en detección de desnutrición infantil para ayudar a las familias a detectar los casos para atajarlos rápidamente y evitar hospitalizaciones. 
  • Horticultura doméstica que dé a las familias la posibilidad de cultivar sus propios alimentos y llevar, así, una dieta más rica en nutrientes.
Actividades tradicionales
  • Diagnóstico en centros nutricionales que permite clasificar los grados de desnutrición y tratar cada uno de una manera adecuada. A partir de 2020 se han incorporado varios equipos automatizados para medir peso y altura sin contacto.
  • Programa de alimentación preventivo para casos en los que no hay desnutrición y tratamientos adaptados para los niños, niñas y mujeres que sí que presentan un grado de desnutrición en función de sus necesidades. 
  • Espacios amigables para bebés con atención especializada para mujeres embarazadas y lactantes que incluye apoyo psicológico y psicosocial, asesoramiento sobre atención prenatal y postnatal y apoyo a la lactancia. 
  • Encuestas nutricionales para cuantificar los logros y plantear posibles mejoras de cara al futuro.
  • Encuentros con mujeres vulnerables, madres primerizas o con varios hijos pequeños en sus hogares para prestar apoyo. 

 

“Estamos trabajando junto con ACNUR y la Fundación ”la Caixa” para mejorar la vida de las personas refugiadas, especialmente de los niños y mujeres, con un nuevo enfoque. Creemos que este tipo de alianzas estratégicas multisectoriales son esenciales para brindar soluciones sostenibles para los más de 70,8 millones de refugiados y desplazados que hay en el mundo”.

Francesco Sciacca, director general del Comité español de ACNUR

Una mirada al futuro
El proyecto MOM comenzó en Etiopía en 2016, donde, cinco años después continúa su labor a día de hoy. Aunque la pandemia ha paralizado o dificultado su actividad durante un tiempo, en términos generales el programa está siendo un éxito, por lo que se prevé que el Comité Español de ACNUR y Fundación ‘“la Caixa” mantengan esta cooperación para extender este programa a otros países con necesidades similares y, así, continuar con su labor de mejorar la vida de la población refugiada y fomentar su autosuficiencia.

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