Contenido patrocinado por Logo Becas Podium
Deportes

Becas Podium

Rocío del Alba, una esperanza para los Juegos Olímpicos de París

La especialista en mountain bike es una de las deportistas que disfruta de una beca Podium, la iniciativa de Telefónica para ayudar a los olímpicos españoles

Rocío del Alba, una de las becas Podium en ciclismo de montaña para París 2024
Rocío del Alba, una de las becas Podium en ciclismo de montaña para París 2024Becas Podiumfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@40deb465

Rocío del Alba llegó a Tokio con la ambición intacta y la esperanza de conseguir algo grande. Era su primera experiencia olímpica, pero no fue como se esperaba. Cambiaron el circuito de la competición de mountain bike a última hora y una hora y media antes de la carrera sufrió una caída que no le permitió cumplir con las expectativas. Le afectó a un dedo y a una costilla. Y su rendimiento se resintió, aunque el equipo pudo acabar feliz con la medalla conseguida por David Valero. «Al final no fue el día que se esperaba, pero sirve de aprendizaje para la siguiente. Era lo tenía que pasar, pero la experiencia de estar en unos Juegos fue bonita», recuerda. Tampoco el ambiente olímpico era como se imaginaba. «Fue un poco rara la experiencia por el tema del Covid. La vida en la villa, con todo restringido, fue un poco light», añade.

Tokio ya pasó y ahora ya tiene la vista puesta en París 2024, unos Juegos para los que cuenta con la ayuda de las Becas Podium, la iniciativa de Telefónica nacida en 2014 para ayudar al deporte olímpico. En el programa, coordinado con el Comité Olímpico Español, están incluidos 88 deportistas de 32 disciplinas entre Juegos de verano y de invierno. Francesc Barber y Jofre Cullell son los otros dos ciclistas de montaña que disfrutan de una beca Podium.

«Es una pasada para los deportistas la formación que tuvimos antes de los Juegos de Tokio. Nos reunimos antes para ver cómo estaba todo. Se preocupan por ti y sobre todo el apoyo que tenemos es algo increíble y estamos superagradecidos», afirma Rocío. «Se preocupan por tu deporte, por la base, por cómo va el deportista», añade. «Están ahí para lo que nos haga falta. Cada deporte es diferente, cada uno tiene una manera de trabajar y no hay un plan concreto para todo, cualquier duda, cualquier cosa que necesitemos, ellos están ahí».

El trabajo para los Juegos de París ya está en marcha desde hace tiempo. «A ver si sale el recorrido al que nos enfrentaremos en París, que no creo que tarde mucho porque está cerca. Estoy con muchas ganas de disfrutar del camino», asegura. Tiene que seguir sumando puntos para conseguir una plaza en los Juegos. Allí espera reencontrarse con la normalidad que no se vivió en Tokio. «Por lo menos lo de estar en una villa con todos los deportes, que no sea tan restringido, porque lo bonito de la villa yo creo que es compartir las vivencias con otros deportistas o con los ídolos que tienes de otros deportes», reconoce Rocío.

«El del mountain bike es un mundo muy pequeño, nos conocemos todos», dice. «Es diferente compartir una villa grande con todos los deportes. Sería diferente a todo lo que estamos acostumbrados hasta ahora», agrega.

Rocío es ciclista profesional en el equipo BH Templos Café que dirige Carlos Coloma, bronce en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Carlos es un ejemplo para ella y para todo el equipo. Y gracias a él el mountain bike se hizo visible en España.

Carlos es todo para Rocío y para su equipo. «Es nuestro mánager, la persona que se encarga de todo, que gestiona el equipo, se ocupa de que estemos siempre bien. Hace tantas funciones con nosotros que no está realmente valorado. Es que Carlos es increíble. Le encanta lo que hace, estar con nosotros, estar en carrera dándonos referencias, es fundamental», reconoce.

De él incluso heredó Rocío su apodo, «Dinamita». «Carlos, en el comienzo de un Campeonato de Europa juvenil, salió de muy atrás. Empezó a remontar y el locutor comenzó a decir ‘’Coloma dinamita’' y viene de ahí. Lo de ‘’Dinamita’' me lo ha trasladado Carlos a mí», explica.

Coloma tiene, además, la experiencia de unos Juegos Olímpicos. «Sabe a lo que nos enfrentamos, es como que llevas ya eso ganado. Tiene mucha experiencia no sólo en los Juegos sino en toda su carrera deportiva. Ha tenido muchas vivencias, ha tenido percances y sabe cómo coger el toro por los cuernos, ya no sólo en el aspecto deportivo, también como persona», cuenta Rocío.

Coloma y su medalla de bronce en los Juegos de Río están entre los más importantes impulsores de la mountain bike en España. Antes que él estuvo José Antonio Hermida, que consiguió la plata en Atenas 2004. Pero pasaron doce años entre uno y otro podio. «Ya desde la medalla de Carlos en Brasil en 2016 ha ido creciendo cada vez más el mountain bike en nuestro país. Es mucho más visible el ciclismo de carretera, pero estos últimos años está creciendo mucho la bicicleta de montaña», argumenta Rocío del Alba García Martínez, que es su nombre completo.

«Es más fácil tener una bicicleta de montaña que de carretera, la gente se mueve más normalmente en una bicicleta de montaña. Hay cantidad de gente que sale, cantidad de gente que nos conoce, ya no es sólo que hablen de ciclismo y se acuerden de la carretera o de Alejandro Valverde, se acuerdan también el mountain bike», admite.

«Es un poco culpa de Carlos [Coloma] y de David, de nuestro equipo, que la gente lo considera una referencia. Noto que cada vez gusta más el mountain bike, también el tema de las [bicicletas] eléctricas, como que se va dando más a conocer, ya no es sólo la carretera, sino que el mountain bike se va sabiendo lo que es», afirma la ciclista española.

La bicicleta de montaña es atractiva para el público como espectáculo y también para la práctica del deporte. La seguridad es una ventaja añadida para los practicantes de la bicicleta de montaña. «Hay mucha gente que tiene miedo a salir en carretera por los coches. En el campo también te puede pasar algo, pero evitas el tráfico cuando vas por pista o por camino. No es lo mismo que la gente tenga miedo o que se juegue la vida en la carretera. Nadie va a pensar que te vaya a pasar nada, pero andar en montaña es una seguridad. En mountain también te puedes caer, pero te quitas ese miedo. Te puede aparecer algo por ahí, pero no te expones como sucede en carretera con el tráfico», afirma una de las aspirantes españolas a participar en la disciplina de mountain bike en los próximos Juegos de París en 2024. Miedo es lo que no tiene Rocío, que aspira a que el podium olímpico sea en dos años algo más que el nombre de su beca.

El ejemplo desde Hermida hasta David Valero

La disciplina de mountain bike es la más exitosa del ciclismo español en los Juegos OIímpicos. No tiene un oro, como el que consiguió Samuel Sánchez, pero ha conseguido tres medallas en las últimas cinco citas olímpicas. La plata de José Ángel Hermida en Atenas 2004 abrió el camino. Le siguió el bronce de Carlos Coloma en Río 2016 y el último en conseguir un puesto en el podio de los Juegos es David Valero, que también logró el bronce en Tokio 2020. Rocío del Alba espera ser la siguiente en París 2024.

Un proyecto de LR Content paraLogo Becas Podium