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Hablemos de futuro

Educación financiera, la herramienta contra la brecha digital

Las competencias financieras se han convertido en un tipo de conocimiento que resulta clave para la sociedad de hoy en día y, sin embargo, una parte de la población española aún tiene un nivel bajo en esta materia. Esta semana se celebra el Día de la Educación Financiera, que busca arrojar conciencia sobre la importancia de estar al día y mejorar estas competencias, como recomiendan las principales instituciones económicas

Más de un tercio de los españoles reconoce no tener la información básica para gestionar su economía personal.
Más de un tercio de los españoles reconoce no tener la información básica para gestionar su economía personal.Pexels - Anna ShvetsLa Razón

La digitalización en el ámbito financiero y bancario ha traído enormes ventajas para los consumidores, como afirma el Plan de Educación Financiera 2022-2025 de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. La comodidad, una mayor variedad de servicios y la reducción decostes son algunos de los beneficios que hemos obtenido en los últimos años, gracias a los canales digitales.

Pero también existen unos riesgos que se deben tener en cuenta para que todos puedan tener una vida digital segura. Por este motivo, la educación financiera resulta esencial para el bienestar de la ciudadanía. De ahí, que cada año, se celebre el Día de la Educación Financiera, para así incidir en la necesidad de impulsar la formación de las personas en materia financiera para que puedan tomar decisiones responsables de forma autónoma. Este 2022, el foco está puesto en el manejo de las finanzas en el entorno digital, porque hoy todo o casi todo lo hacemos mientras navegamos por la red, y la relación con nuestro banco se ha centrado en gran medida a través de una pantalla.

¿Los españoles sabemos de finanzas?

El Banco de España define la educación financiera como algo mucho más allá de la mera disponibilidad de información y pone el acento en “los conocimientos, conductas y actitudes que nos permiten tomar decisiones financieras acertadas a lo largo de la vida, tener hábitos financieros saludables y conocer las oportunidades y riesgos de los productos financieros que contratamos”.

¿Tenemos como sociedad estos conocimientos? La realidad es que, a pesar de lo presentes que están las finanzas en nuestro día a día, los españoles seguimos teniendo la educación financiera como una asignatura pendiente, sobre todo en algunos colectivos concretos, como las personas mayores, los jóvenes o los que se encuentran en riesgo de exclusión social.

De acuerdo con lo expuesto por Intrum en su Informe Europeo de Pagos de Consumidores, más de un tercio de los españoles reconoce no tener la información básica para gestionar su economía personal. Además, 4 de cada 10 encuestados creen que deberían mejorar su cultura financiera.

En el caso de los jóvenes, las cifras son aún más alarmantes. En el último informe PISA sobre competencias financieras de 2018, las competencias financieras entre alumnos de 15 años son bastante mejorables. Esto es especialmente preocupante, puesto que los conocimientos sobre economía ayudan a combatir la desigualdad y permiten preparar mejor a los jóvenes ante situaciones de crisis.

En busca de un impacto positivo

La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), el FMI (Fondo Monetario Internacional), la Comisión Europea o el Banco de España defienden el impacto positivo de la educación financiera para la sociedad. Por eso, aquellos que por su situación tienen potestad para ello, deben contribuir a esta tarea. Es lo que hace Banco Santander desde hace más de 10 años con su programa ‘Finanzas para Mortales’, a través del cual impulsa iniciativas para promover y extender la cultura financiera entre todas las capas de la ciudadanía, con especial atención a colectivos como los de niños y adolescentes, personas mayores, con discapacidad, emprendedores sociales y colectivos en riesgo de exclusión social.

Una cultura financiera que, por la evolución de los tiempos, se ha visto inmersa en un proceso de digitalización vertiginoso. Por eso, la formación que hoy se ofrece sobre esta materia ha puesto su foco sobre lo que los usuarios podemos encontrarnos a la hora de manejar nuestras finanzas en la red, sobre cómo podemos hacerlo, y sobre todo, sobre cómo podemos protegernos ante determinadas situaciones de riesgo.

Un ejemplo de ello es ‘Finanzas para Mortales Edición Senior’. Está dirigido a las personas mayores de 65 años, uno de los colectivos más vulnerables a la brecha provocada por la transformación digital del momento. El objetivo es que este colectivo se familiarice con conceptos clave sobre ciberseguridad, informándoles de las principales estafas y fraudes y dándoles algunas sugerencias para la prevención o consejos para una vida digital segura. Formación básica sobre banca digital o nociones para el uso de los cajeros automáticos y de Correos Cash también juegan un papel clave para asegurar que la tecnología no actúe como una barrera infranqueable.

Una barrera a la que también se enfrentan otros colectivos como las personas privadas de libertad. Para ellos, Banco Santander e Instituciones Penitenciarias impulsan ‘Finanzas para Mortales-Justicia Educativa’. A través de formadores voluntarios de la entidad, loa internos de centros penitenciarios como los de Burgos, Picassent, Teixeiro, El Dueso, Castellón II, Sevilla II o Murcia II, han podido tener acceso a talleres que les ayudan a contar con los conocimientos económico-financieros suficientes para mantenerse actualizados de cara a su reinserción, tomar decisiones personales y familiares sobre sus finanzas cotidianas de forma responsable e informada y no quedarse atrás.

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