España pisa el acelerador de la movilidad eléctrica: estos lugares deben tener puntos de recarga antes de 2023

La movilidad cero emisiones es imparable. En 2021, se matricularon 27.769 vehículos eléctricos puros en España; en lo que va de año, superan las 25.100 unidades, pero los expertos hablan de que el ritmo es insuficiente si queremos lograr los objetivos de descarbonización (apenas representan un 3,5% del total de ventas de vehículos frente a más del 12% de media en Europa). La crisis de componentes ha afectado mucho a la disponibilidad de coches en nuestro país y el precio puede suponer una barrera de entrada a la hora de lanzarnos a la movilidad eléctrica. Lo mismo pasa con la infraestructura de carga. La pregunta es: ¿es cierto que hay un déficit de puntos de recarga en nuestro país?

“Actualmente estaremos en torno a unos 20.000 puntos de carga públicos. Para saber si son pocos o muchos, hay que entender que el desarrollo de estas infraestructuras tiene que ser coherente con los requerimientos del mercado. Con el parque actual de vehículos eléctricos, el despliegue de puntos de recarga es razonable”, explica Arturo Pérez de Lucía, director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE).

Sin embargo, mucho debe aumentar esta cifra para poder dar cobertura a los 5 millones de vehículos eléctricos -turismos, motocicletas, camiones ligeros y autobuses- que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima estima que habrá en nuestro país en 2030. Concretamente, Pérez de Lucía señala que se necesitarán unos 340.000 puntos de recarga para alimentarlos.

A medio plazo, el Gobierno se marcó el ambicioso objetivo de disponer de 100.000 puntos de recarga públicos en 2023. Y el 1 de diciembre de 2021 aprobó el Real Decreto ley 29/2021, que busca poner en marcha medidas urgentes en el ámbito energético para el fomento de la movilidad eléctrica, el autoconsumo y el despliegue de energías renovables. Esta normativa, que entrará en funcionamiento el próximo 1 de enero, fija una serie de objetivos para ello.

Entre los requerimientos más importantes, destaca la obligatoriedad de que una serie de espacios públicos cuenten con puntos de carga para vehículos eléctricos. Entre ellos, supermercados, hoteles, restaurantes, centros comerciales y edificios no residenciales privados, como los aparcamientos públicos o los centros de trabajo deben ser equipados con cargadores. También se insta a las gasolineras a instalar un punto de carga rápida.

En el caso de los aparcamientos, el número de puntos vendrá dado por el número de plazas. Por ejemplo, los edificios no residenciales privados de más de 20 plazas deberán tener, al menos, un cargador por cada 40 plazas de parking. Un límite que llega a las 100 plazas para garajes con capacidad para más de 1.000 vehículos.

“Esta obligación de instalar puntos en parkings públicos va a dar un impulso muy fuerte a la infraestructura de recarga”, afirma Manuel Muñoz, director de Ventas y de Marketing de Endesa X Way, la línea de negocios de la compañía dedicada exclusivamente a la movilidad eléctrica. “El interés de los propietarios de los aparcamientos en impulsar la electromovilidad es muy alto y se han movilizado desde el principio”, apunta. “El mayor obstáculo han sido los plazos previstos para la puesta en servicio”.

El reto que afrontan no es pequeño. El sector señala que los plazos para poner en marcha un punto de carga pueden superar los 12 meses. Un tiempo que varía de forma importante en función de las comunidades autónomas y de la potencia del cargador. “Es preciso eliminar las barreras que actualmente se sufren en la concesión de licencias y permisos por parte de la Administración Pública, algo que está ralentizando el despliegue de puntos de recarga, más allá del Real Decreto”, informa Pérez de Lucía.

Por su parte, Isabel del Olmo, jefa del Departamento de Movilidad Sostenible del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), arroja un poco de luz en una entrevista para Instaladores 2.0, en la que afirma que “se está modificando el marco legislativo y normativo para agilizar, por un lado, la tramitación administrativa de la instalación de los puntos de recarga”.

En esencia, España ha pisado el acelerador de la movilidad eléctrica y aspira al crecimiento. “Los operadores de recarga prevén inversiones por valor de 3.000 millones de euros hasta 2030 para el despliegue de la red de recarga pública en España”, informa el director general de AEDIVE. “El crecimiento de matriculaciones exige que las infraestructuras de recarga lo hagan en la misma medida y en eso estamos trabajando, mano a mano, con el ecosistema de operadores de recarga”.

“Si queremos aspirar al crecimiento del vehículo eléctrico, hay que acelerar el despliegue de infraestructura y sobre todo de alta potencia”, añade Muñoz. Ya no es tan importante ampliar la infraestructura de recarga pública como adaptarla a las necesidades de los usuarios, que cada vez demandarán una recarga en menos tiempo. Endesa X Way ha logrado no solo la red de recarga más extensa de nuestro país, con cerca de 4.000 puntos de recarga instalados, sino que también es la más potente: el 45% de los cargadores son de más 50 kW, frente a una media del parque de puntos de recarga instalados en España del 20%. En esencia, “lo más adecuado es tener un mix diverso para cubrir necesidades de distintos usuarios”.