Caravaca de la Cruz, en la Región de Murcia, celebrará su Año Jubilar en 2024

Solo 5 lugares del mundo están reconocidos como ciudades santas del mundo de la cristiandad y de peregrinación. Se trata de Jerusalén en Israel, Roma en Italia, y Santiago de Compostela, Santo Toribio de Liébana y Caravaca de La Cruz, en España.

Esta última vivirá su próximo Año Jubilar en 2024, desde que el Papa San Juan Pablo II le concediese este reconocimiento In Perpetuum en el año 2003.

Junto a la celebración ese mismo año, y luego en 2010 y 2017, la del año que viene se trata de una cita ineludible con la santidad de la vida, un entorno único y una aventura que combina lo religioso con lo cultural, lo gastronómico y lo natural.

Los peregrinos que decidan emprender su camino a Caravaca de la Cruz podrán venerar a su llegada la Vera Cruz, un relicario en forma de cruz de doble brazo, con una de las astillas (Lignum Crucis) de madera de la Cruz en la que Jesús fue crucificado.

Unos 120 kilómetros de espiritualidad

Una de las sendas más populares para llevar a cabo el Camino de la Cruz de Caravaca es el Camino de Levante, una ruta de 120 kilómetros que se puede hacer a pie, en bicicleta o a caballo desde Orihuela.

Este recorrido está plagado de lugares muy especiales, en los que la naturaleza, la espiritualidad y las leyendas tienen un protagonismo indiscutible, con unos paisajes y unos rincones gastronómicos que convierten a la Región de Murcia en un destino imprescindible.

El Camino de Levante se divide en 5 etapas que van desde Orihuela a Murcia (24 kilómetros); de Murcia a Alguazas (26 kilómetros); de Alguazas a Mula (26 kilómetros); de Mula a Bullas (21 kilómetros); y de Bullas al Santuario de la Vera Cruz, en Caravaca de la Cruz (21 kilómetros).

De Orihuela a Murcia

La primera de las etapas de este camino es una de las más populares entre los peregrinos y senderistas, ya que para aquellos que tienen tiempo, ofrece un desvío que les lleva hasta la iglesia de las Santas Justa y Rufina, el Museo Arqueológico o la casa del gran poeta Miguel Hernández, ubicados en la zona alicantina.

Dejando la urbe atrás, el camino sigue por el campo, a la vera del río Segura hasta llegar a Murcia.

De Murcia a Alguazas

Los siguientes 26 kilómetros atraviesan lo que se conoce como la huerta de Europa, con un museo dedicado exclusivamente a productos y tradiciones de este tipo de terrenos en la ciudad de Alcantarilla o la gran rueda que se conserva en la Ñora y que es una seña distintiva de este lugar.

Una de las paradas imprescindibles antes de llegar a Alguazas es en Molina de Segura, en la Ermita de Nuestra Señora de la Consolación, del siglo XV. Cerca está la Casa del Barco, un antiguo embarcadero del barco de baroma.

De Alguazas a Mula

Comienza con este tramo una de las etapas más características del Camino de Levante, ya que la mayor parte del paisaje que ofrece es de campos de secano y de badlands, tierras blandas y arcillosas que tienen su origen en la erosión del agua.

Al igual que el primero, este tramo ofrece un desvío alternativo que permite acercarse a Los Rodeos para conocer el antiguo asentamiento de Campos del Río, la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios, y las casitas de un pueblo muy particular.

No faltarán los restos romanos, con el yacimiento de la Villa Romana de Los Villaricos, o árabes, como el Castillo de Alcalá, en La Puebla de Mula.

De Mula a Bullas

En la recta final del camino, Mula se deja atrás para atravesar viñedos y pasar cerca del Parque regional de Sierra Espuña, uno de los lugares naturales más preciados de la Región de Murcia.

Las cuestas aquí serán una de las pruebas más exigentes para el peregrino, que tendrá que ascenderlas para llegar hasta El Niño de Mula, un lugar habitual de peregrinación, ya que el pueblo celebra en septiembre la aparición del Niño Jesús a uno de los pastores de la zona.

Ya en Bullas, no podrán faltar las visitas a la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario y al Museo del Vino, que aquí cuenta con Denominación de Origen propia.

De Bullas a Caravaca

La última etapa antes de conseguir la Indulgencia Plenaria es también una de las más duras. A lo largo de estos 21 kilómetros de tramo, los peregrinos deberán ascender 500 metros de altitud, con paso por el paraje de Cristo Corralejo, o las calles de Cehegín que hoy son consideradas un valioso patrimonio civil y religioso.

Y ya en lo alto del cerro de Caravaca de la Cruz, se asienta el Santuario de la Vera Cruz

Y mucho más...

Muchos visitantes querrán además hacer coincidir el final de su recorrido con algunas de las fiestas más espectaculares del calendario en Caravaca de la Cruz, como son las de la Santísima y Vera Cruz (del 30 de abril al 5 de mayo) y la de los Caballos del Vino el 2 de mayo, que han sido declaradas de Interés Turístico Internacional.

Para más información, visita www.caminodecaravacadelacruz.es