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Festival

Cruïlla: donde se cruzan música, arte y sostenibilidad

Música, creatividad, innovación, sostenibilidad… Toda la energía que ha permitido que se celebrara este año el festival de música Cruïlla de Barcelona ha provenido de fuentes renovables

Cruïlla: donde se cruzan música, arte y sostenibilidad
Cruïlla: donde se cruzan música, arte y sostenibilidadEndesa

Pensado para un público local y con un reducido impacto medioambiental. El cruce de caminos del arte, la música, la innovación y la sostenibilidad tiene sus coordenadas en Cruïlla, un festival que tras años abanderando este posicionamiento, ha sido el primero en el que toda la energía ha provenido de fuentes renovables gracias al trabajo conjunto del festival y Endesa.

“No queremos ser los más grandes, queremos ser los mejores”. Jordi Herreruela, director del festival Cruïlla, define así el espíritu que, desde hace 13 ediciones, transita por los poros de este festival. En un sector plagado de ofertas, la diferenciación de este encuentro radica en tres aspectos clave: ser un evento pensado para el público local de Barcelona, tener un aforo limitado para ofrecer la mejor experiencia y ser un reflejo de la Ciudad Condal, “esa Barcelona creativa que no siempre vemos en las calles pero que está y que reconocida en todo el mundo”.

Estos tres vértices confluyen en un cruce de caminos en el que emana la sostenibilidad del festival y que le ha llevado a ser el primero en el que toda la energía ha provenido de fuentes renovables.

Pensar en grande, actuar en pequeño

Herreruela explica que, frente a otras propuestas internacionales que acoge Barcelona, ellos optaron por hacer un evento local. No solo porque “la cultura no escala bien en términos de globalización”, sino porque, según sus cálculos, el 80% de las emisiones de un festival de música se deben a los viajes de sus asistentes, sobre todo cuando es un público internacional. “Al dirigirnos a ese público local hace que tengamos mucho menos impacto medioambiental que los festivales que se enfocan a un público internacional", expone.

Festival Cruïlla
Festival CruïllaEndesa

Este planteamiento también les llevó a que, para poder ofrecer la mejor experiencia, el aforo debía ser limitado, de 25.000 personas al día en un espacio de más de 100.000 metros cuadrados. “Transmitir una sensación de confortabilidad de los asistentes también tiene que ver con la sostenibilidad, porque estamos planteando un festival grande, pero no tanto, que permite que se disfrute cualitativamente, ofreciendo un producto de calidad, no de cantidad”.

En esa búsqueda por una mejor experiencia y reflejando la creatividad de la ciudad, el festival ha ido incorporando una oferta cultural más allá de la música, dando espacio a ilustradores y muralistas, entre otros, colaborando con otros encuentros. “Sabemos que la promoción musical es importante y un reclamo para la compra de entrada, pero en la fidelización de públicos y en la excelencia de la experiencia, podemos tener un festival de 25.000 personas al día sin tener que competir exactamente por los mismos cabezas de cartel”, reflexiona.

Creatividad en sostenibilidad

La sostenibilidad, entendida en el sentido amplio de la palabra, estaba pues en el asentamiento de este festival, que ha ido dando sucesivos pasos para ir cumpliendo con estos criterios. “Cuando empezamos, lo hicimos con la diversidad musical y a muchos les costaba etiquetarnos porque muchos festivales se definen por un estilo de música”, rememora Herreruela.

De hecho, no quiere atribuirse el adjetivo “sostenible” porque, explica, al ser un evento grande tiene un gran impacto. Sin embargo, sí que asume que deben responsabilizarse de ese impacto e intentar minimizarlo.

Fueron los primeros, asegura, en utilizar envases de cristal en lugar de plástico y en ser el primer festival “cero plásticos” apostando por fuentes de agua y recipientes de plea (material vegetal que se puede reutilizar). “Con el tiempo nos hemos dado cuenta de que tampoco es la solución, así que nuestro planteamiento es ahora el de cero residuos”, explica.

Ahora, saca pecho por haber sido el primer festival en el que toda la energía que ha usado proviene de fuentes renovables, gracias a un intenso trabajo conjunto con Endesa. “La mayoría de eventos utilizan generadores de consumo de combustibles fósiles y gracias a la relación con Endesa, hemos podido abrir otra puerta para que la sigan el resto de festivales. Si nosotros hemos podido hacerlo, eso significa que detrás puede venir mucha más gente”, explica. Así, gracias al suministro de energía renovable el festival ha dejado de consumir 13.000 litros de gasoil y de emitir 36 toneladas de CO2.

¿El siguiente reto? Mejorar la movilidad y los accesos para un festival que, bien mirado, es como gestionar una pequeña ciudad.

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