Sostenibilidad del sistema sanitario o cómo la innovación impulsa su viabilidad

¿Cuáles fueron los orígenes de BD?

El origen de BD radica en algo tan sencillo como una conversación. Un día, Maxwell W. Becton y Fairleigh S. Dickinson coincidieron en la cafetería de una estación de tren de Texas. Ambos eran vendedores. Comenzaron a charlar y fue entonces cuando empezó a cobrar forma la idea de crear una empresa que, a día de hoy, sigue llevando sus apellidos. Fundada en 1897, BD está actualmente presente en 190 países y da empleo a más 70.000 personas en todo el mundo.

¿Con qué estructura cuentan en España?

BD aterrizó en España hace algo más de 46 años. En la actualidad, alrededor de 1.800 personas trabajan en el país, distribuidas en nuestras plantas de fabricación, ubicadas en San Agustín del Guadalix, Fraga y Almaraz y una cuarta en construcción en Zaragoza; las que trabajan en posiciones de campo y en las oficinas centrales.

¿Cuál es la propuesta de valor de BD para colaborar en la mejora de la calidad, la gestión y la sostenibilidad del sistema nacional de salud?

Nuestro compromiso es garantizar una atención sanitaria sostenible. Y hablar de sostenibilidad no solo hace referencia a los criterios y desafíos ambientales que nos rodean y preocupan sino, también, a cómo garantizamos la viabilidad de un sistema, seguro y eficiente, para las generaciones actuales y futuras.

La constante evolución de nuestro sector es lo que nos impulsa a seguir innovando, velando por garantizar seguridad, calidad, accesibilidad y equidad para todos. Desarrollamos soluciones y herramientas que los sistemas y profesionales necesitan para hacer frente a los retos y necesidades que, a su vez, repercuten en los resultados de salud de los pacientes.

¿Cuáles son las áreas de trabajo de la Compañía y en qué tipo de soluciones se traducen?

Nos sentimos especialmente orgullosos de poder acompañar al paciente en las diferentes fases de su camino con la enfermedad: desde la investigación de la misma, al diagnóstico, dispensación y administración de tratamiento hasta su posterior monitorización. Todas ellas, etapas en las que ofrecemos soluciones que hacen que este proceso y, por tanto, la atención sanitaria, sean más seguros y eficientes.

Y es que todas están diseñadas para ayudar a resolver los problemas de lo que, consideramos, son los tres pilares más importantes para los sistemas sanitarios: sus pacientes, sus profesionales y sus procesos. Para allanar el camino hacia esa deseada sostenibilidad, nuestras soluciones ayudan a prevenir errores y eventos adversos en los pacientes; a proteger a los trabajadores sanitarios frente a los riesgos relacionados con su seguridad, además de aumentar su nivel de satisfacción con la labor que desempeñan; y a las instituciones sanitarias a minimizar gastos innecesarios e ineficiencias.

En este sentido, la OCDE estima que una importante parte del gasto sanitario europeo se malgasta en elementos como procesos manuales, desperdicio de fármacos o gestionando las consecuencias de errores y eventos adversos. Son problemas que podemos ayudar a prevenir estandarizando y automatizando procesos y ofreciendo herramientas que aporten mayor eficiencia y seguridad.

¿Qué papel juega la innovación en la estrategia de la empresa?

El concepto de innovación puede ser muy amplio: en BD, innovamos añadiendo nuevas capacidades a las tecnologías ya existentes para mejorar la experiencia de pacientes y profesionales; detectando necesidades no cubiertas y desarrollando productos que les den respuesta; y, también, pasando de vender productos aislados a soluciones holísticas que impacten en procesos más amplios de los centros.

De hecho, la innovación también nos plantea retos internamente, dado que implica que nosotros mismos tengamos que dejar atrás formas de trabajar muy consolidadas y comenzar a operar con nuevos modelos de negocio.

¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrenta el sector? ¿Cómo los afrontará BD?

El sentido de nuestro trabajo no es otro que el de impulsar el mundo de la salud y en BD nos tomamos esta tarea muy en serio. Nuestro sistema sanitario está inmerso en un proceso de transformación hacia nuevas formas de operar -más conectadas, digitales-. Estar a la vanguardia de las tendencias en salud y ser capaz de darles respuesta es imperativo para no quedarse atrás.

La naturaleza cambiante de nuestro sector, de hecho, hace prácticamente imposible que algún día dejemos de encontrarnos con desafíos. La anticipación a veces no es suficiente porque la vida nos ha demostrado, como lo ha hecho recientemente con la COVID-19, que no podemos prever alguno de sus movimientos.

Por tanto, para amortiguar el impacto de los desafíos que, sin duda nos encontraremos en el camino, es importante contar con un tejido sanitario sólido, una fuerte red que nos sostenga y en la que otros puedan apoyarse cuando se debiliten sus propias capacidades.

Los efectos de la inflación y el incremento de costes productivos a los que se enfrentan las economías globales tampoco pasan desapercibidos para nuestro sector. Realizamos fuertes inversiones que no solo contribuyen a mejorar los resultados de salud sino que, además y entre otras cosas, generan empleo de calidad en el país. El papel que nuestra industria tiene en la economía global y, por supuesto, en la salud de las personas, nos obliga a no parar de innovar. De hecho, la capacidad de seguir innovando, creando empleo y desarrollando nuevos productos, contribuye sin duda al crecimiento sostenible de las economías y de nuestro sistema de salud.

Pero, a la vez, fomentar la adopción de medidas innovadoras en el sistema de salud también plantea retos: la formación de los profesionales, la conectividad de sistemas, la seguridad de los datos o, simplemente, retar el status quo son, a veces, barreras que dificultan o retrasan su implementación. Desde BD ofrecemos herramientas y recursos complementarios a los propios productos que ayuden a la adopción de la innovación.

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