Cruceros
Scarlet Lady: el crucero del lujo rebelde que no podrás olvidar
Sostenibilidad, gastronomía cinco estrellas y Rock’n’Roll. Así podríamos definir todo lo que este crucero del lujo rebelde va a ofrecernos mientras surcamos los mares. Suena bien, ¿no?
Con una capacidad para 2.700 pasajeros, además de los 1.160 componentes de la tripulación, este barco hará suspirar a los más sibaritas mientras recorren el Caribe. Esta experiencia es sólo apta para adultos que buscan “redefinir para bien la experiencia de los cruceros”, tal como apuntaba el empresario británico Richard Branson, fundador de la empresa de cruceros Virgin Voyages y del Grupo Virgin. ¿Redefinir? Sí, esa es la palabra. Porque en este buque habrá lujo, pero, por ejemplo, no hará buffet por su compromiso de no tirar comida, ni dresscode, ni asientos asignados, ni comedor principal. Lo que sí habrá será libertad. Mucha.
Transgresión sobre el mar
El espíritu libre de este crucero se refleja en la decoración de las habitaciones, al más puro estilo Rock and Roll, la presencia de tiendas de tatuajes a bordo o la asistencia a los viajeros, liderada en ocasiones por drag queens. Además, los paladares más exigentes podrán disfrutar de una veintena de restaurantes entre los que encontrarán cocina a la brasa, vegetariana, mexicana, oriental y mediterránea.
Compromiso con la sostenibilidad
Lujo, pero con respeto hacia el medio ambiente. Así es este Scarlet Lady, de 110.000 toneladas de volumen y 278 metros de largo, que incluye detalles sostenibles como los que vamos a contarte. Virgin Voyages ha apostado por una flota de cuatro barcos a la vanguardia en eficiencia energética. Además, la empresa tiene por objetivo trabajar con la industria para apoyar la investigación y el desarrollo necesarios para desarrollar combustibles libres de carbono y llegar a soluciones comercialmente viables.
Tecnología que sorprende
Scarlet Lady cuenta con detalles tecnológicos como The Band, un dispositivo electrónico que se envía al domicilio de todos los usuarios que disfrutarán de esta experiencia. Sirve para gestionar pagos y abrir las puertas de los camarotes. Pero no sólo eso. Está construido con plástico recogido del mar. Permite también al viajero ser geolocalizado para prestar servicios como el de Shake for Champagne, realizar apuestas en el casino y convertirse en el pase vip al club privado Richard’s Rooftop, al que exclusivamente pueden acceder los pasajeros de la Suite Sailor. Con él, la luz de las habitaciones y el hilo musical se puede modificar al gusto.
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