La colección SS20 de Prada: geometría, color y clasicismo para lucir hoy y siempre

En los desfiles de las grandes pasarelas de moda, la escenografía es (casi) tan importante como los propios looks. Hemos visto un claro ejemplo en el desfile SS20 de Prada, en el que el exterior que envolvía el vestíbulo de El Depósito de Fondazione Prada, se convertía en el reflejo de la filosofía cosida a cada costura de los trajes. Una gran multitud de baldosas de colores decoraban el escenario, en una escenografía que se extendía mas allá del espacio utilizado para la pasarela y llenaba cada rincón de la sala. Y todo se resumía en un concepto: geometría exquisita.

En este escenario, diseñado por el equipo creativo AMO, todo ha sido escogido a conciencia. Los asientos, junto con los motivos que decoraban el suelo, formaban una serie de perspectivas cruzadas reflejadas también en los patrones de los looks.

En la parte textil, el armario femenino de Prada para esta primavera-verano constituye una selección de trajes de sastre, vestidos de lino y terciopelo y gabardinas de cortes rectos. Colores sobrios y diseños desestructurados en una colección minimalista o, como la propia firma definiría, “reducción a una esencia. Un antídoto para la complejidad. Una pureza, una franqueza, un instinto”. En esta colección, cada look ilustra la personalidad de la mujer que lo porta, en una superposición de carácter frente a moda. Un continuo objetivo por plasmar “lo impulsivo, lo improvisado, la casualidad genuina, la falta de estudio, la falta de preocupación implícita que se manifiesta cuando se usa la ropa”.

Hay, además, inspiración de otras épocas en esta colección. Siluetas propias de los años 20 y de las décadas de los 70 y 80 terminan de perfilar estos looks. Clasicismo y modernidad en las confecciones, los bordados, los diseños y los colores combinados característicos de la firma, que sigue apostando por una moda para toda la vida.