El coche del futuro tiene la forma de este prototipo de Polestar

Para crear el primero de sus coches, Polestar se inspiró en el fastuoso Volvo Concepto Coupé del año 2013 y más tarde, en el 2019, fue cuando se fabricó el número dos de Polestar, una berlina que fue presentada en primicia a través de streaming haciendo uso de las nuevas tecnologías por las que aboga.

Ahora es cuando llega el prototipo más avanzado, el Polestar Precept, que incluye mucha más innovaciones y más conciencia con el medio ambiente, características que estarán muy presentes en los futuros Polestar, según explica el director ejecutivo de la marca: “El Precept muestra hacia dónde nos dirigimos: la dirección del diseño, nuestros objetivos de sostenibilidad y la experiencia de usuario digital que ofrecerán nuestros próximos vehículos”.

El diseño es completamente diferente a modelos anteriores e incluso a los propios modelos de Volvo, primera innovación que han querido incluir para diferenciarse notoriamente de la competencia. Aunque es cierto que el prototipo muestra detalles que recuerdan a sus predecesores, el Precept es totalmente innovador y con él pretenden escribir un nuevo capítulo. Para crearlo se han basado únicamente en sus ambiciones de sostenibilidad, tecnología vanguardista y aspiraciones de diseño.

Como su propio nombre indica, el Precept no es un automóvil conceptual, sino uno de compromiso y una declaración de la marca hacia el rumbo que quiere tomar de ahora en adelante: “Una regla para informar nuestro comportamiento futuro”: un precepto.

De un primer vistazo, cuesta englobar a este vehículo en un solo grupo; es elegante y deportivo a partes iguales y, tal y como define la firma, su estética es “tan contenida como potente”. El coche combina a la perfección partes realistas con los detalles más futuristas uniendo tecnología y sostenibilidad y gracias a los materiales reciclados que se han empleado para su fabricación, demuestran que sí es posible mezclar ingredientes que en un principio pueden resultar incompatibles.

El interior del coche con el que se pretende visionar el futuro es asombrosamente minimalista y espacioso y se puede divisar nada más abrir todas las puertas en forma de ventanal. Los asientos, por ejemplo, están elaborados a base de materiales procedentes de botellas y corchos reciclados que se fusionan con la mejor tecnología de su sistema Android. Además, presenta nuevas aportaciones como la de la adaptación del tamaño automático de las fuentes de los ordenadores a bordo a los ojos del conductor, gracias a la captación de movimiento de los mismos.