Así son las 4 frutas más caras y deliciosas del planeta

¿Te gustan las frutas? Su sabor refrescante endulza desayunos y meriendas en todas las épocas del año, además de ser alimentos muy saludables y saciar el apetito. Pero, quizá, nunca hayas oído hablar de las frutas que vamos a presentarte a continuación. ¿El motivo? Son algunas de las más caras del planeta.

Piña de Cornualles

No nos equivocamos si decimos que esta es la piña más cara del mundo. Esta fruta tropical crece en un entorno tan opuesto a su cultivo como es el de Londres. Con un suelo y un clima tan complicado para este tipo de frutas, sólo existe un espacio apto para ello: Lost Gardens of Heligan o, en nuestro idioma, los Jardines Perdidos de Heligan, ubicados en el condado de Cornualles. Los propietarios del jardín cuentan con el único “Pozo de Piña” conservado en Europa, método de cultivo que se desarrolló durante la época victoriana para desarrollar piñas en climas fríos. Y te preguntarás... ¿cuál es el precio de una piña? Por 1.200 libras cada una las tienes.

Mango Taiyo No Tamago

Estos mangos han batido el récord en una venta en subasta. Dos ejemplares de este tipo de mango cultivados en la prefectura nipona de Miyazaki costaron la friolera de 300.000 yenes (2.340€) en una subasta agrícola en Japón. Subastas que marcan el inicio de la temporada de cultivos y donde se ponen a la venta productos a un precio insuperable, con un objetivo meramente publicitario.

Melón Yubari King

Estos son los melones más caros del mundo. Son vendidos en parejas y han llegado a costar 18.000€ en el año 2008 durante una puja como la que te contábamos más arriba (aunque, en un periodo normal, su precio oscila entre los 11.000 € y 13.000 €). Su cultivo comenzó en la década de los 60 y comenzó en un suelo rico en ceniza volcánica. Se sabe que su sistema de riego trabaja a través de tuberías colocadas matemáticamente, pero su funcionamiento aún se mantiene en secreto.

Uvas Ruby Roman

De ellas se dice que son las uvas perfectas o, por lo menos, están muy cerca de serlo. Por su contenido en azúcar, la baja acidez y los granos grandes y jugosos, estas uvas se convierten en el manjar perfecto para los fanáticos de la fruta. Perfección que lleva a que un racimo de 24 de estas uvas se hayan vendido por 10.000€ en el Mercado Central de Kanazawa, en la isla nipona de Honshu.