La historia del Lotus Esprit S1, el coche sumergible de James Bond, es lo más curioso que leerás hoy

¿Cuántas veces has visto la película La espía que me amó, del icónico James Bond? ¿Más de una? Tendrás, inevitablemente, el recuerdo del coche que utilizaría el espía más famoso del mundo en el filme en 1977. Un prestigiosísimo Lotus Esprit S1... ¡Sumergible!

Este sueño de coche aparece en la película sumergiéndose bajo el mar y convirtiéndose en un pequeño submarino. En la película, se usaron ocho unidades de este coche, pero sólo uno de ellos se utilizó en el fondo del mar. Justamente ese ejemplar, es el que apareció en 1989 en un almacén de Estados Unidos. Y la historia que viene ahora, seguro que te sorprende.

Es común subastar almacenes enteros y con todo su contenido, que se encuentren abandonados o impagados, en Estados Unidos. Pues bien, en una subasta a ciegas, una pareja pujó por el contenido de uno de estos almacenes (incluso antes de saber que contenía). El Lotus Esprit fue el premio gordo que se llevó la pareja, al pagar por el tan solo 90 euros. Sí, tal cual.

Los amantes no habían visto ninguna película de James Bond, por eso en realidad no sabían lo que se estaban llevando. Fue de camino a casa, cuando transportándolo en un remolque, fueron vistos por unos camioneros que llamaron a la radio para contar la anécdota de haber visto al mismísimo Lotus Esprit en la carretera.

Como no podía ser de otra manera, la pareja se dio cuenta de la importancia de la adquisición, por lo que decidieron restaurarlo y hacerlo circular por diversas exhibiciones. Esta mediatización acabó en una subasta en la que el propio Elon Musk pagó casi un millón de dólares para quedárselo.

El coche inspiraría al multimillonario en la creación de su Tesla Cybertruck, del que ya te hablamos hace unos meses. ¿Qué te ha parecido la historia del coche submarino más famoso del mundo?