Gastronomía
La cocina poética de Dominique Crenn se sirve en su lujoso Atelier Crenn
Que una de las mejores chefs del mundo procedente de la Bretaña francesa esté afincada en Estados Unidos, ha hecho posible el nacimiento de uno de los cincuenta restaurantes más exclusivos y lujosos del mundo.
Dominique Crenn es una mujer de ascendencia marroquí criada tras su adopción en Francia. A una temprana edad, Crenn ya había descubierto su pasión por los fogones, sueño que retomaría formándose en Estados Unidos, cuando se fue a vivir a la ciudad de San Francisco y que tanto éxito le traería.
Dominique es la primera mujer de Estados Unidos poseedora de 3 estrellas Michelin, y una de las cuatro únicas triestrelladas del mundo. Además, en el año 2016 fue reconocida como la mejor cocinera del mundo por The World’s 50 Best Restaurants.
En el año 2011 decide crear Atelier Crenn, con el objetivo de contar historias sin poner límites a la imaginación. Allí, Dominique expresa su visión creativa a través de su gastronomía poética, en la que priman sus creencias: la humanidad, la sostenibilidad, el arte y la excelencia.
La cocina del restaurante está totalmente inspirada en la infancia y las vivencias de su propietaria, en la experiencia de pasar largos periodos de tiempo en la granja familiar, la cocina de su madre y las visitas a restaurantes de alto nivel con su padre y su amigo, un crítico gastronómico. Por su parte, las paredes del espacio están decoradas en honor a su progenitor, el pintor y político ya fallecido Allain Crenn, con los cuadros que este creaba. Un lugar en el que se respira arte.
Su refinado santuario está ubicado en San Francisco, California y solo posee ocho mesas, por las que la chef se pasará a saludar, para que los comensales puedan disfrutar en un ambiente íntimo de la experiencia de degustar un menú sensorial que, por cierto, cuesta casi trescientos euros. Para ir, previamente hay que hacer una reserva y esperar al menos un par de meses debido a la lista de espera.
El menú degustación que ofrece Dominique en Atelier Crenn está formado por productos locales, producidos en la bahía de San Francisco y tratados según las tradiciones de su Bretaña natal. No incluye la bebida, pero si su ya famoso y emblemático Kir Breton, un postre que solía cocinarle su madre a la chef y que quiere transmitir dar a conocer a todos sus clientes, y que está elaborado a base de sidra de manzana y crema de cassis.
Formar Atelier Creen no habría sido posible sin la colaboración de su socio, el chef pâtissier Juan contreras, una pieza fundamental de Crenn Dining Group, y el resto del equipo.
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