¿Llevarías una joya de lujo procedente del metal de los coches más exclusivos del mundo?

CRASH Jewelry. ¿A qué te suena esto? No hace falta ser bilingüe para imaginarnos qué se trae esta empresa entre manos. Y es que CRASH siempre nos va a evocar al mundo del motor. Sí, hablamos de una firma especializada en joyas con una relación muy directa e insólita con los automóviles. Verás...

La firma tiene su sede en Los Ángeles y se especializa en la creación de brazaletes, pendientes collares y accesorios sostenibles de lujo, fabricados a partir del metal de desecho de automóviles exclusivos. ¿Cómo nació esta idea?

Christi Schimpke, fundadora de CRASH Jewelry, se inspiró para crear joyas personalizadas a partir de automóviles cuando trasladó su estudio en el taller de carrocería de su marido. Pero, ¿a qué se dedica su marido? Trabaja exclusivamente en reparaciones de colisiones para Mercedes-Benz, BMW, Audi, Bentley, Porsche, Rolls-Royce, Maserati y otros exclusivos vehículos. En este punto de partida, Christi tuvo una novedosa idea: crear brazaletes y collares hermosos que se pudieran fabricar con el capó, la puerta o el panel de un Ferrari 360 Challenge Stradale. ¿Curioso cuanto menos, no?

Desde la firma CRASH Jewelry, han desarrollado técnicas manuales que les permiten manipular el acero y el aluminio, sin dejar de preservar la pintura original del automóvil. El resultado final es una obra maestra única que enamora a los entusiastas de los automóviles, los amantes de la moda, los artesanos y aquellos que simplemente disfrutan de una buena historia de un objeto hecho a mano.

Pero no sólo fabrican estas joyas con piezas de automóviles, también las embellecen con piedras preciosas. De esta manera, además de comprometerse con ser ecológica reutilizando el metal desechado que no se recicla, la firma ofrece auténticas joyas de coleccionista.

Unos valores que se reflejan en su historia. Desde la fecha de la creación de la firma en 2013, sus ventas han aumentado en un 400% y su inventario ha crecido de 30 a más de 100 artículos. ¿Qué te parece esta historia?