Estas son seis de las comidas más caras del mundo. ¿Cuál probarías primero?

Comer es uno de los placeres de la vida. ¿Quieres saber cuáles son algunas de las comidas más caras y lujosas del mundo? No dudes en seguir leyendo este artículo y descubre todos los detalles.

El kebab es un plato delicioso y común, muchos lo han probado. Pero el kebab más caro del mundo vale más de 1.000 euros. Este se consigue únicamente en el Reino Unido, lo prepara el prestigioso chef Andy Bates. Entre sus ingredientes hay una infusión de azafrán en una combinación con yogurt, únicamente conocida por el cocinero.

Por un poco más del precio anterior puedes disfrutar de un sushi exclusivo. Se come en Manila y es preparado por el chef Angelito Araneta. ¿Qué lo hace tan caro? Definitivamente es el oro de 24 quilates y los diamantes africanos. Su precio está en 1.700 euros.

No podemos hablar de lujo sin mencionar a Dubái. En este lugar se sirve el cóctel 27.321, reconocido como el más caro del mundo. Podrías probarlo en el el Sky View Bar, del Hotel Burj Al Arab, en Dubái. El verdadero atractivo es que se sirve un delicioso whisky que tiene un precio de más de3.000 euros por cóctel. Por supuesto, es The Macallan.

Pero no pueden faltar las pizzas. En este caso la más cara del mundo se consigue en Italia y se llama Pizza Royale y la prepara el Chef Domenico Crolla. Su precio es 4.000 euros.

Además, tenemos el helado más caro del mundo. Este delicioso postre será la perdición de los más exigentes. Su precio es, nada más y nada menos, que 25.000 euros. El postre se llama Frozen Haute Chocolate e incluye 28 tipos de cacaos distintos y exclusivos.

El protagonista de este manjar son sus cinco gramos de oro comestible de 23 quilates. Además, está servido en los platos más glamurosos. Su vaso incluye un diamante blanco decorativo y la cuchara es de oro.

Ahora, este definitivamente no es el postre más caro del mundo. Aún hay platos más exclusivos y lujosos. Su simplicidad es impresionante sobre todo comparado con su precio. Consta de fresas maceradas en vino Oporto. Además, lo sirven con un delicioso helado de vainilla. El precio es de cuatro millones de euros. ¿Pero qué lo hace tan caro? Definitivamente no son fresas, el verdadero atractivo está en que los comensales, y son varios, se llevan a casa un diamante de siete quilates.