Así es la Mezquita Sheikh Zayed, la más grande de los Emiratos

Ya no es un secreto que los Emiratos Árabes esconden una mina de oro dentro de sus fronteras, bueno, ni la esconden ni es mina, pero sí que invierten el dinero dentro de sus límites y en cada espacio que puedas imaginar, existe algo llamativo con lo que puedas quedarte prendado a simple vista.

Una de estas estructuras es la mezquita Sheikh Zayed, que se comenzó a construir en 1990 tras la ordenanza emitida por el presidente de Emiratos Árabes de aquel momento, que heredó esta construcción pero no pudo disfrutarla, ya que falleció tres años antes de su inauguración. Zayed fue el primer presidente de los Emiratos.

Ubicada en Abu Dhabi, se inauguró en el 2007 para comenzar a disfrutar del corredor cubierto que es sede de grandes fotos en la historia de la construcción moderna. Aprovechando muy bien la luz natural, este espacio está repleto de columnas talladas con piedras preciosas incrustadas, un total de 1.096 columnas para ser más precisos.

A lo largo de este corredor se podrá apreciar la estructura y el juego de sombras que ofrece según el momento del día, con accesos a las zonas de abluciones de hombres y mujeres, además de tener contacto directo con los puentes que se unen al tanque periférico del lugar, otra de las grandes atracciones.

Entre columnas y arcos se adorna este pequeño estanque que rodea al corredor y brinda un detalle natural al inmenso lugar, que cuenta con más de 20.000 metros cuadrados de extensión que se sobreponen diez metros por encima del nivel del asfalto, siendo la mezquita más grande de los Emiratos Árabes.

Cada esquina de la mezquita cuenta con un minarete de 107 metros de alto, siendo guardianes de las 82 cúpulas esparcidas por la construcción hecha con mármol blanco y puro de Macedonia, permitiendo que el juego de brillos y colores con el sol y los atardeceres sean únicos. Pero no se queda en esto. Justo en el centro del patio principal se podrá apreciar un diseño de flores que se logró gracias al gran trabajo realizado con piedras preciosas y materiales de alta factura, dando protagonismo al mármol principalmente.

Finalmente, la sala principal, que cuenta con una alfombra de más de 5.000 metros cuadrados a la que sólo puedes acceder sin zapatos, para disfrutar de un espacio sagrado en el que se encuentran 96 columnas con detalles de nácar y 10 lámparas con piezas Swarovski que contrastan bien con el mármol cálido del lugar. Por cierto, la alfombra que recubre el suelo es la más grande del mundo, con un peso de 47 toneladas y el trabajo de 1.200 artesanos en Irán.