Transporte
Un trío de Aston Martin DB5 Shooting Brake a la venta: ni James Bond lo podría pagar
El paquete incluye coches DB5 Vantage que ni siquiera James Bond llegó a conducir, y se espera que supere los 5 millones de dólares en Londres a finales de esta semana.
Esta es una oferta que hasta el mismísimo James Bond no podría pagar. El agente secreto más famoso de Gran Bretaña ha tenido un Aston Martin DB5 en varios momentos de su bien documentada carrera. Pero aunque los coches de 007 recibieron extensas y letales modificaciones, nunca tuvo uno de los rarísimos modelos Vantage, que recibieron motores más potentes. Tampoco llegó a conducir un DB5 descapotable ni uno de los escasos station wagons shooting brake en ninguna de sus salidas cinematográficas.
Pero usted puede hacerlo, si dispone de entre 4,6 y 6,4 millones de euros al cambio actual, y de espacio en uno de sus garajes para un trío de DB5 Vantage originales, uno en cada estilo de carrocería. El Vantage coupé es bastante raro, uno de los 40 ejemplares con volante a la derecha que se construyeron en la época. El descapotable es aún menos común, ya que es uno de los cinco Vantage que se fabricaron. Y el shooting brake es una auténtica pieza única, el único coche que salió de la fábrica de la compañía en Newport Pagnell con la combinación de la carrocería de techo largo -según se dice, diseñada para acomodar los perros de caza y el equipo de polo del presidente David Brown- y las mejoras del Vantage. Si eso no vale 6,4 millones de dólares, ¿qué lo vale?
Aunque las versiones Vantage no recibieron ninguna mejora en el chasis y, por tanto, se conducirán con la misma encantadora imprecisión que el DB5 normal, sí recibieron más potencia gracias a la instalación de una culata de alta compresión y a la modificación de la sincronización de las levas. De este modo, los motores de seis cilindros alcanzaron los 325 CV, lo que supone una mejora de 43 CV respecto al DB5 normal, y se afirma que reducen el tiempo de cero a 100 km/h a sólo 6,5 segundos. Para los estándares de principios de los años sesenta, estas cifras son tan impresionantes como lo serían hoy en día una potencia de 1.000 CV y un tiempo de cero a cero en 2,0 segundos.
Los coches son vendidos por Nicholas Mee & Co., un conocido especialista en Aston Martin en el Reino Unido, y se describen como recién restaurados, así que esperemos que a los interesados les gusten los colores en los que están acabados: Caribbean Pearl Blue para el descapotable, Californian Sage para el shooting brake, y -no especialmente original- Silver Birch para el coupé. Nuestro detalle favorito está en realidad en el wagon: mira de cerca para ver los limpiaparabrisas gemelos que barren su considerable pantalla trasera.
Los coches se mostrarán juntos en el Concours de Londres del 8 al 10 de Junio, pero sólo se venderán como lote.
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