Viaja al sudeste asiático sin mover un pie de Madrid gracias al espectacular BAAN

Una de las pocas cosas que te hacen recorrer países y culturas diferentes sin desplazarte de tu sitio es, sin duda, la gastronomía. A través de los sentidos, en este caso el gusto y el olfato, puedes realizar viajes sorprendentes y trepidantes.

En BAAN, el nuevo restaurante asiático que acaba de abrir sus puertas en Madrid, se han propuesto conseguir este difícil reto. Y lo han conseguido, porque al frente de sus fogones está el chef ejecutivo Víctor Camargo, uno de los jóvenes más prometedores de la cocina actual.

De esta manera, a través de su carta, sin movernos del Paseo de Recoletos, podremos visitar lugares como Tailandia y Vietnam con alguna que otra parada en India, Filipinas, Corea y China.

Ostras fritas en panko con salsa tártara con encurtidos y barbacoa de manzana ácida; Nem Ran de pollo de corral y bulle negre del Pirineo envuelto en lechuga y hierbas vietnamitas; o las Samosas, rellenas de curry vegetal con kefir de yogur indio y menta, y ensalada de papaya verde. Es posible que algunos de estos platos no te suenen, pero hay que dejarse llevar por lo desconocido de otras culturas gastronómicas.

Otra de las grandes delicatessen son las láminas curadas de lomo bajo madurado con mojo de tamari wasabi o la lubina marinada con jengibre, cúrcuma y chiles, cocinada al vapor y acompañada con salsa cantonesa y mandarinas asadas. Estas son solo algunas de la veintena de opciones que te ofrece la carta, aunque todas tienen algo en común: la vivacidad de sus colores y la pureza de las recetas más tradicionales de las regiones asiáticas.

En cualquier caso, podría decirse que BAAN es mucho más que un restaurante porque, si en la planta baja del edificio encontramos el espacio gastronómico propiamente dicho, la primera está reservada para disfrutar de la mejor coctelería, capitaneada por Daniele Merli.

Así, podrás degustar las mejores bebidas rodeado de una decoración que conquista corazones: formas que simulan a las que crean los arrozales, maderas y telas de lujo en tonos tierra, rojo, dorado…

Con respecto al precio medio, los comensales del restaurante suelen abonar entre 45 y 60 euros cada uno, y en la coctelería unos 35 euros por cabeza. Merece la pena.